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Votos finales: Sintiendo el amor sin límites de Dios, de mi familia y mis hermanas 

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Por Hermana Phuong Dong  

El 10 de junio de 2023, a las 4 de la tarde, fue uno de los momentos más grandes de mi vida. Después de once años en vida religiosa como Hermana de la Misericordia, ¡profesé votos perpetuos! Ser finalmente profesa, ahora soy una hermana de la Comunidad de la Misericordia con pleno derecho. Sé que este es el camino que Dios ha elegido para que yo siga los pasos de Jesús. 

Cuando comenzó la celebración, yo estaba muy contenta y nerviosa, esperaba recordar todos los pasos que había memorizado para el ritual de profesión. A través de la presencia de las hermanas, mi familia y amistades, me sentí amada y apoyada, lo que ayudó a darme una sensación de calma, felicidad y paz. También sentí deleite y fuerza renovada al pensar en las hermanas de toda la comunidad y mis familiares en Vietnam quienes veían mi ceremonia de votos a través de una transmisión en vivo. Agradezco mucho todo su apoyo. 

La ceremonia fue bella, sencilla y poderosa. No solo estaba haciendo yo un compromiso perpetuo como Hermana de la Misericordia, sino que también di mi promesa de por vida a Dios.  

Me conmovió la bella música de las cantantes, músicos y cada persona en la capilla. Durante cada canción, medité en silencio sobre el amor de Dios y el Suscipe de nuestra fundadora, Catalina McAuley. Sentí las bendiciones y el amor de Dios al oír yo las canciones, y sigo con una sensación de consuelo y me levantan el espíritu cuando las escucho una y otra vez.  

La experiencia de postrarme fue muy profunda. Fue una intensa sensación de entregarme a Dios, ofrecerle mi vida y pedirle guía continua. Esta vez fue especial para mí. Sentí a todas las santas y santos en el cielo y a la comunidad orar conmigo. Fue una experiencia humilde pedirle a Dios que me recibiera para siempre.  

Cuando pronuncié mis votos a Dios y a la comunidad, sentí como si Catalina McAuley y todas mis hermanas estuvieran profesando sus votos nuevamente. Fue un placer anunciar los mismos cuatro votos que cada hermana había recitado cuando ella profesó los suyos. Fue especial recibir el regalo del anillo, expresar mi fidelidad, compromiso, amor y fe a Dios. Me siento honrada de usar un anillo que significa que fui creada para convertirme en la amiga eterna de Dios y recibir Su eterno amor. 

Poder abrazar a todas las hermanas y a mis padres después del ritual fue algo único y muy querido para mí, y sentí una sensación continua de su ternura y amor, un amor que no se puede explicar completamente.  

Ya ha pasado un mes desde mi profesión final y sigo reflexionando sobre todo lo ocurrido. La ocasión fue increíble, y quiero ir lo suficiente lento como para sentir y disfrutar de la presencia de Dios y la comunidad en ese momento.  

 Amor sin límites, recibe mi humilde vida, recibe mi alma cada uno de mis días, para que yo conozca tus caminos. Mi canción llegará cerca y lejos, para proclamar la Belleza que eres Tú; se siembran palabras de verdad y amor; del que Tú, Altísimo, solo, eres manantial y piedra angular.  

  Versículo 3 de Boundless Love (Amor sin límites) de Rufino Zaragoza, OFM