Un lamento por nuestra nación
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Venimos ante ti, oh Dios,
un pueblo golpeado y quebrantado,
afligido, triste y apagado
por la demostración traidora de violencia y división
en la capital de nuestra nación.
Nos duele –
-por los millones de personas cuyos corazones están oscurecidos
a causa del odio, la intolerancia y la desconfianza;
-por nuestras hermanas y hermanos de distintas etnias que continúan
en cadenas debido a la discriminación y el miedo;
-por nuestros jóvenes que crecen en una sociedad
llena de incertidumbre y confusión.
Anhelamos el triunfo de la verdad sobre la falsedad,
por la curación del rencor y la división en medio nuestro.
Clamamos perdón y misericordia
por el vicioso pecado del racismo que nos infecta a todos.
Venimos ante ti, oh Dios,
un pueblo golpeado y quebrantado.
Te suplicamos:
permite que tu gracia ablande nuestros corazones;
abre nuestros ojos a nuestra ceguera y pecado;
ayúdanos a apoderarnos de nuestra dignidad como hermanos y hermanas
para ser una familia humana.
Empodéranos para hacer que nuestro país viva verdaderamente sus principios
de Libertad y Justicia para todas las personas.
Venimos ante ti, oh Dios,
un pueblo golpeado y quebrantado.
Tú eres nuestro camino, nuestra verdad y nuestra vida.
Nuestra única esperanza está en ti.
Amén.
— El Comité del Instituto para Ritual y Oración
Carolyn McWatters, RSM – Coordinadora
Danielle Gagnon, RSM – Co-Coordinadora
Jean Adam, RSM
Mary Ann Clifford, RSM
Estela Gomez, RSM
Rosario Maulas, RSM
Cynthia Sartor, Compañera
Kathy Swift, Asociada