Nos unimos a su tristeza esta mañana al recibir la noticia del fallecimiento del Papa Francisco esta madrugada. ¡Qué resurrección tan personal le concedió Dios el día después de Pascua! ¡Qué gran «encuentro» con Cristo Resucitado!
En el espíritu de «encuentro» el Papa Francisco nos alentó a derribar murallas y construir puentes. Una piedra angular de su papado fue el cuidado por nuestra casa común, uno de los muchos valores que él compartió con las Hermanas de la Misericordia. Inagotable defensor de las personas migrantes y refugiadas por todo el mundo, él dio acogida también a miembros de la comunidad LGBQT+ a la Iglesia y comenzó a abrir más ministerios para las mujeres.
Oremos juntas por el descanso de su alma al acogerlo Dios a él en la plenitud de la paz y la alegría eternas.