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edad 87

Hermana Doris Rondeau (conocida antes como Hermana Trinitas) fue una Hermana de la Misericordia por 67 años. Hermana Doris se preparó para la enseñanza con un bachillerato en educación de Salve Regina University y una maestría en educación de Rhode Island College. Ella comenzó enseñando quinto grado en Hogar San Vincente en Fall River, Massachusetts. Ella enseñó luego grados sexto, sétimo y octavo en la Escuela Santa María y San Juan Bautista en New Bedford, Massachusetts. Ella disfrutaba de familiarizar a sus estudiantes con nuevas experiencias y sus estudiantes la recuerdan por el interés que ella les tenía.

En 1976 ella entró a la Escuela de Enfermería del Hospital de la Misericordia en Portland, Maine donde ella se tituló como enfermera y obtuvo un bachiller en enfermería. Ella volvió a Fall River, Massachusetts y sirvió como un apoyo y jefa de enfermeras por veinte años en Union Truesdale Hospital y más tarde en Charleton Memorial Hospital. Los cientos de pacientes a quienes ella sirvió recuerdan a la paciente mujer que escuchaba, respondía preguntas y realizaba los actos más rutinarios con respeto y sensibilidad.

Después de dejar el hospital, Hermana Doris sirvió como enfermera en el personal de varias residencias para ancianos en Fall River, Massachusetts incluso Highland Manor, Hanover Manor y el Hogar Adams. Cuando se jubiló a tiempo parcial, ella sirvió en la Residencia Memorial Catholic como supervisora de enfermería.  Durante su jubilación, ella sirvió como voluntaria para las Hermanas de la Misericordia en Landmark en Fall River, Massachusetts y también como Ministra Eucarística para la parroquia Catedral en Borden Place Apartments donde ella vivía y era amada por sus residentes gracias a su bondad con ellos. En junio de 2022, ella llegó a ser residente del Hogar Memorial Catholic.

Hermana Doris meditaba a menudo en su experiencia con la enfermería. Ella escribió: «Para mí, la enfermería es un privilegio, una oportunidad para hacer realidad el mandato del Evangelio de servir a las personas enfermas y que sufren.  Yo no veo la enfermería como un simple trabajo, profesión o carrera sino como un compromiso a la gente, que se vive a diario en el cuidado compasivo». En sus votos finales, Hermana Doris eligió como su lema: Amor sin medida. Su vida es un ejemplo de esto y ella se dio al cuidado amoroso de tantísimas personas.