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Carta y Bendición de las Hermanas de la Misericordia de las Américas para el presidente Joseph Biden y la vicepresidenta Kamala Harris

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Estimado presidente Joseph Biden y estimada vicepresidenta Kamala Harris:

Mientras los Estados Unidos y el mundo celebran su inauguración como Presidente y Vicepresidenta de los Estados Unidos, las Hermanas de la Misericordia de las Américas, una congregación internacional de religiosas católicas romanas en el Caribe, Centroamérica y Sudamérica, el Pacífico y los Estados Unidos, comparten con ustedes nuestras esperanzas para este nuevo momento en la historia y una bendición por los desafíos que ustedes enfrentan en los próximos días.

Ustedes asumen sus nuevos roles de liderazgo en medio de crisis nacionales e internacionales sin precedentes: una pandemia global que ha cobrado la vida de cientos de miles en los Estados Unidos y millones en todo el mundo, la revelación continua y devastadora de la profundidad y amplitud del racismo institucional dentro de cada estructura de nuestra sociedad, la destrucción del medio ambiente que amenaza el futuro de nuestro planeta y la violencia e inseguridad económica que impulsan a la gente a huir de sus países de origen y crean inestabilidad internacional que conduce a la guerra.

Estamos agradecidas por su disposición a aceptar la confianza del público en este momento, lo cual creemos es un punto de inflexión en nuestra historia y una oportunidad para nuestro país y para el mundo. Nos regocijamos por la histórica elección de la primera mujer vicepresidenta, una mujer de etnia distinta y de padres inmigrantes, y esperamos que esta decisión continúe empoderando a quienes no han tenido voz en nuestro gobierno por demasiado tiempo.

Como comunidad de religiosas fundada para cuidar a las personas a quienes se les empobrece económicamente, les instamos a que ustedes utilicen sus habilidades de liderazgo y la autoridad de sus puestos para dar prioridad a las necesidades de los más vulnerables, para fomentar un nuevo compromiso entre todos los ciudadanos hacia el bien común, promover un clima de civismo y diálogo, y llevar a esta nación a la plenitud de la Libertad y la Justicia para todas las personas.

Las Sagradas Escrituras nos alientan a orar por quienes tienen autoridad (1Tim 2, 1) y, por lo tanto, como mujeres de fe, queremos ofrecerles a cada uno de ustedes una bendición al comenzar sus nuevos roles. Las bendiciones tienen una larga historia en muchas tradiciones religiosas para ofrecer fuerza, aliento y protección a aquellas personas a quienes se les ha confiado tareas importantes por el bien de la comunidad.

El 20 de enero pediremos a todas las Hermanas de la Misericordia de las Américas, que suman poco más de 2.300, así como a miles de laicas y laicos que se unen a nosotras en nuestra misión como asociadas, asociados y compañeras de la Misericordia, que oren esta bendición por ustedes. Que nuestras oraciones sean una fuente de consuelo para ustedes. Que conozcan y experimenten la fortaleza y el apoyo de Dios en los días venideros.

En Misericordia,

Patricia McDermott, RSM; Patricia Flynn, RSM; Judith Frikker, RSM; Áine O’Connor, RSM; y Anne Marie Miller, RSM El Equipo de Liderazgo del Instituto