Por Ariel Nealy ’25
Madre Mary Lange, nacida Elizabeth Clarisse, fue una mujer profundamente espiritual que tocó muchas vidas con su valiente lucha por la educación de la niñez. Lange nació alrededor de 1789, ya sea en Sainte-Domingue (hoy Haití) o de padres refugiados en Santiago de Cuba. Lange emigró a los Estados Unidos en algún momento a principios de la década de 1800 y vivía en Baltimore en 1813. Durante este tiempo, una gran afluencia de refugiados de habla francesa que habían huido de la Revolución Haitiana llegaba a Baltimore. Lange reconoció la falta de acceso a la educación para la niñez inmigrante negra. Usando su propio dinero, Lange estableció una escuela en su casa en Baltimore para la infancia afroamericana.
Con el aliento del Padre James Joubert, un sacerdote francés que vivía en Baltimore, Lange fundó las Hermanas Oblatas de la Providencia en 1829. Queriendo dedicar su vida a Dios, Lange se convirtió en la fundadora de la primera congregación religiosa de mujeres afroamericanas en los Estados Unidos y en su primera superiora. Bajo el liderazgo de Madre Mary Lange, las hermanas continuaron sirviendo a personas marginadas.
Aunque viviendo en un estado de esclavitud donde la educación de los esclavos era contraria a la ley, Madre Mary Lange y las Hermanas Oblatas de la Providencia lucharon por responder a las necesidades de su tiempo. La orden empoderó a la comunidad negra a través de una educación católica mediante el establecimiento de una escuela. Madre Mary continuó sus esfuerzos para elevar a su comunidad hasta su muerte el 3 de febrero de 1882.
Hoy día, la Academia Santa Francisca, la escuela que fundó, educa aún a estudiantes de secundaria. La Arquidiócesis de Baltimore abrió la Escuela Católica Madre Mary Lange en 2021. Debido a su impacto, Madre Mary fue nombrada al Salón de la Fama de las Mujeres de Maryland. La vida de Madre Mary Lange está siendo examinada para una posible canonización; fue declarada «venerable» por el Papa Francisco en 2023.
Madre Mary Lange es un ejemplo para romper barreras y dedicar la propia vida a ayudar a los demás. Ella es un símbolo de esperanza porque, a pesar de las injusticias raciales, luchó y dio a la comunidad negra acceso a la educación, la igualdad y la dignidad. Con la inspiración por el desinterés de Madre Mary Lange, debemos buscar emular su ejemplo. A pesar de que la visión y las metas de Madre Mary Lange fueron cumplidas con muchas pruebas y tribulaciones, ella nunca tomó el «no» como respuesta. Su vida enseña a las futuras generaciones de católicos a luchar continuamente por lo que creen a pesar de la adversidad. Se nos anima a trabajar por algo en lo que creemos y a nunca perder la esperanza. Como persona de Baltimore, me siento animada por el ministerio de Madre Mary Lange y quiero extender mis bendiciones para ayudar a fortalecer a la gente de mi ciudad. A medida que continúo haciendo crecer mi propia organización sin fines de lucro que sirve principalmente a la comunidad negra, es gracias a Madre Mary Lange que continuaré con valentía.