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La asociada Ramona Harris desborda entusiasmo cuando habla de las Hermanas de la Misericordia. Llegó a la Misericordia a través de su mejor amiga, que fue asociada de la Misericordia. «Ella me hablaba de las hermanas. Aunque yo era católica de nacimiento, no tenía ni idea de quiénes eran las Hermanas de la Misericordia», dice Ramona. Pronto lo descubriría.

Con Julie, Ramona estudió una maestría en Estudios Pastorales en la Universidad Loyola de Nueva Orleans. El curso de extensión pastoral, impartido durante cuatro años a través de su diócesis local, avivó su amistad y el interés de Ramona por la dirección espiritual. Inmediatamente quiso participar en la formación sobre la dirección espiritual. La hermana que dirigía la formación le indicó que primero debía tener un director o directora espiritual. Ese paso se cumplió fácilmente, y la práctica de la dirección espiritual se ha convertido desde entonces en una parte importante de la vida de Ramona.

Ramona completó un curso de formación de un mes para directoras/es espirituales en 2005. «Esa fue mi verdadera inmersión en las Hermanas de la Misericordia y en lo que hacen. Fue la mejor experiencia de un mes que he tenido en mi vida», dice.

El programa fue realizado magistralmente y enriquecedor. «Había un aura tan acogedora, tan amable».

Las hermanas son una parte esencial de su inspiración. «Cuando fui a Taizé pensé que había muerto y que había ido al cielo. Cuando supe que estaba inspirado por Hermana Suzanne Toolan, me convertí en una devota. Las hermanas son como estrellas de rock para mí», dice Ramona. «He sentido tanta camaradería, paz, acogida y comunidad cada vez que las he visitado. Me he sentido como en casa».

Ramona hizo su alianza como asociada en 2013, y la dirección espiritual se convirtió en un foco importante de su ministerio en una vida ajetreada. Ha sido consejera universitaria, ha facilitado grupos de dirección espiritual y ha tocado el órgano en una parroquia local. «Durante mi tiempo en la escuela de posgrado, estábamos en un grupo centrado en los místicos cristianos. No puedo olvidar a los místicos y he hecho presentaciones sobre ellos. Leí los escritos de Hermana Janet Ruffing sobre Mechtild. Ella escribe sobre un misticismo que celebra la unidad cuerpo/mente/espíritu, y sentí como una llamada de Dios. Incluso he escrito un libro, Despertando lo místico que hay en ti» (2010).

Ha dejado su papel de consejera universitaria y ahora dirige reflexiones teológicas para diáconos y sus esposas de la diócesis. Ella aprecia las reuniones con las asociadas y asociados que últimamente han sido por Zoom. Apoya a las hermanas y a asociadas/os de la Misericordia a través de su compromiso con los Asuntos Críticos, la oración y la comunidad.

En la actualidad, su casa se ha convertido en un centro de reunión para sus cinco nietos, que viven cerca y se detienen ahí de camino a casa desde el colegio. En una vida llena de intereses y alimentada por su talento, intenta establecer límites personales. «Ahora disfruto de mi tiempo a solas. Me nutro del Espíritu».

Como asociada, Ramona apoya el carisma de la Misericordia. Como las Hermanas de la Misericordia han sido estrellas para ella, desde estrellas de rock hasta estrellas guía, también las apoya de forma práctica. «Aportaré lo que necesiten las hermanas», dice.