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Por Mike Poulin, Gerente de Recursos de Justicia

El consumismo es un obstáculo significativo para la sustentabilidad.  Especialmente en los EE.UU, existimos en  una economía y una cultura que constantemente está ofreciendo cosas nuevas a la vez que nos dice “más es mejor”.  Durante el mes próximo, antes de comprar algo nuevo, hazte la pregunta, “¿Realmente necesito eso?” Lleva la cuenta de cuantas veces la respuesta es “no”. Mira si puedes adquirir el hábito de reducir tu consumismo. 

Por Hermana Rose Marie Tresp

La ropa que usamos tiene un precio invisible en la vida de trabajadores y en el medio ambiente.    

En un esfuerzo para producir ropa de la manera más barata y rápida, las compañías a menudo recurren a trabajadores en países subdesarrollados, en donde se les paga salarios injustos y trabajan en condiciones parecidas a la esclavitud que contribuyen al ciclo de pobreza.  En fábricas de ropa, puede que se ponga a niños y niñas a trabajar en algunas o todas las etapas de la cadena de suministros, desde la producción de algodón, hilado, hasta los cortes finales y etapas de costura.  

La producción de ropa también crea un impacto ambiental significativo,  como la inmensa cantidad de desechos creada  a medida que las tendencias de  modas más nuevas empujan a las antiguas a los vertederos.  Los textiles modernos también dependen en gran medida de productos petroquímicos que proceden de muchas de las mismas compañías petroleras y de gas que causan las emisiones de gases de efecto invernadero.  De hecho, hoy en día la moda representa hasta el 10% de  las emisiones de dióxido de carbono—más que el transporte aéreo internacional y marítimo combinados, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.  También representa una quinta parte de los 300 millones de toneladas de plástico que se producen cada año en todo el mundo.

Consejo verde:

Compra ropa de segunda mano para evitar que los textiles acaben en los vertederos y reducir la demanda por plásticos en la moda.  Si cada persona compra un prenda de vestir de segunda mano al año en lugar de ropa nueva, esto representaría las emisiones de gases de efecto invernadero equivalentes a sacar a ½ millón de automóviles de las carreteras.   

Por Jason Giovannettone, Director para el Clima y Sustentabilidad

Al entrar en el mes de mayo, espero que hayas disfrutado de tu tiempo al aire libre, incluida la jardinería. Un aspecto importante de la jardinería que he aprendido es añadir plantas autóctonas a mi jardín. 

Incorporar plantas autóctonas tiene muchas ventajas. Al estar acostumbradas al clima local y a los posibles depredadores que pueden alimentarse de ellas, las plantas autóctonas suelen ser más fáciles de cultivar y tienden a ser más resistentes a nuestros ciervos, conejos y otros animales salvajes. Y lo que es mejor, son beneficiosas para una gran cantidad de fauna, sobre todo para las aves. Muchos árboles, arbustos y flores autóctonos mantienen un gran número de orugas. De hecho, las plantas autóctonas mantienen de media unas 35 veces más orugas que las plantas no autóctonas.  ¿Sabías que un pájaro carbonero adulto necesita capturar aproximadamente de 100 a 150 orugas para alimentar a una sola cría? Por ello, estas aves buscan lugares donde puedan encontrar suficientes orugas. Plantar plantas autóctonas es una forma estupenda de satisfacer esta necesidad y atraer muchas aves a tu jardín. Los árboles autóctonos especialmente buenos para las orugas son el roble, el cerezo, el sauce, el abedul y el álamo. Otros tipos de plantas autóctonas respetuosas con las orugas son la vara de oro y el áster.  Puedes encontrar información adicional sobre este tema en el siguiente vídeo. 

Consejo verde 

Planta un árbol o arbusto autóctono en tu propiedad o pide a quien se encargue de los jardines de tus instalaciones que lo haga.

Mike Poulin, Gerente de Recursos de Justicia

 Sabemos que para muchos, un consejo a la semana es un buen ritmo para vivir de manera más sostenible. Pero si te animas y quieres explorar una mayor variedad de opciones, aquí hay dos herramientas útiles para consultar:

Hermana Elaine López Pacheco, RSM, recomienda Mi Huella Ecológica.  Esta extensa lista de control, creada por Christine Rochester, se inspiró en  Green Women Leadership Training (capacitación de mujeres verdes para liderazgo), un programa de www.HealthyWomenHealthyEarth.org  (mujeres saludables, tierra saludable).

 La Alianza Católica para el Clima  guía la respuesta de la Iglesia de EE. UU. al cambio climático mediante la educación, el testimonio público y el ofrecimiento de recursos. Su Hoja de Trabajo de Vida Abundante proporciona un inventario para el crecimiento personal y comunitario.

Por la Hermana Anna Regina Gakuhi   

El jardín de hierbas del Hospital St. Joseph Mercy fue idea original de asociadas de las Hermanas de la Misericordia. Me invitaron a unirme a ellas porque trabajo en el hospital y me apasiona la agricultura. 

El motivo de este huerto de hierbas era que el personal lo cuidara y disfrutara de los productos. Organizo y hago participar al personal en las tareas de desherbar, podar, regar y cosechar. A menudo hablamos del uso de las hierbas que estamos cuidando. Observo que a algunos miembros del personal les apasiona el cuidado de las hierbas y han traído algunas de sus propios jardines para añadirlas a nuestro jardín compartido del hospital. Otros han pedido esquejes para empezar los suyos.  

Aunque nuestro jardín sea pequeño, su impacto es grande. Cuidamos de la Madre Tierra, ya que nuestras hierbas se cultivan de forma natural.   

Consejo verde

Conoce a quien gestiona la propiedad de tu lugar de trabajo, colegio, comunidad eclesial u otro espacio común. Ofrécete a apoyar sus esfuerzos por mantener el césped y los jardines y entable un diálogo sobre prácticas sostenibles desde el punto de vista medioambiental.  

La Hermana Anna Regina vive en Georgetown (Guyana). 

Por Jason Giovannettone, Director para el Clima y Sustentabilidad

La temporada de siembra está en marcha.  Antes de mudarnos a nuestra casa actual, hace unos años, no sabía mucho sobre plantar flores, y mucho menos sobre los diversos beneficios que podría reportar plantar un tipo de flor en lugar de otro.  Eso cambió hace unos dos años, cuando participé en un sorteo de plantas autóctonas patrocinado por la Federación Nacional de la Vida Salvaje en mi iglesia local.  Me traje a casa algodoncillo y otras plantas autóctonas. Con muy pocos cuidados, salvo el riego regular, estas plantas crecieron considerablemente durante el verano. El algodoncillo, por ejemplo, produjo más de 100 flores púrpuras de un solo tallo a finales del verano y hasta el otoño. Este único tallo se multiplicó en 13 grandes tallos la primavera siguiente, que yo calcularía que produjeron más de 500 flores.   

El algodoncillo es una gran planta autóctona; es fácil de cultivar y mantener y favorece la población de mariposas. Las mariposas monarca y otros tipos de mariposas dependen en gran medida de él como fuente de alimento y como lugar en el que depositar sus huevos durante sus largas migraciones.  ¿Sabías que se necesitan 4 generaciones de mariposas monarca para completar una migración completa? Viajan desde el centro de México a su área de reproducción estival en el norte de EE.UU. y regresan a México.  Para mantener a tantas monarcas durante esta migración se necesitan algodoncillo y otras plantas con flores autóctonas. Tanto el desarrollo urbano como el agrícola han provocado pérdidas sustanciales del hábitat que sustenta estas plantas, lo que ha dado lugar a un descenso aproximado del 90% de las poblaciones de monarcas desde la década de 1990.  Ve el siguiente video para obtener más información sobre las migraciones de las monarcas y los problemas relacionados con su desaparición. 

Consejos verdes 

Sensibilízate sobre los problemas que rodean la pérdida de la mariposa monarca y sus hábitats autóctonos. Infórmate sobre lo que se está haciendo actualmente para invertir estas tendencias. El Proyecto de la Misericordia «Algodoncillo Monarca», que es donde obtuve parte de la información anterior, es un gran lugar para empezar: https://mercyecology.org/monarch-milkweed-project.    

Durante los meses de abril y mayo, suele haber varios obsequios de plantas autóctonas, que a menudo incluyen algodoncillo.  Aproveche estos regalos o apoye a un vivero local mediante la compra de plantas autóctonas como el algodoncillo. 

Por Mike Poulin, Gerente de Recursos de Justicia

Una forma de evitar los residuos cuando comes fuera es rechazar las pajitas de plástico. Por su tamaño, las pajitas pueden causar daños en la nariz, los ojos, la garganta y el tubo digestivo de los animales. 

Aún más presentes en el medio ambiente que las pajitas de plástico están los envases de un solo uso. Evita aumentar estos residuos cuando comas fuera llevando tu propio recipiente para las sobras. Reducirás el número de envases que se tiran  ¡y no desperdiciarás esa deliciosa comida!

Un agradecimiento especial a Carol Conway, asociada de la Misericordia, por sugerirnos estas ideas

Por la Hermana Karen Donahue 

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) estima que 1,3 mil millones de toneladas (2,6 mil millones de libras) de alimentos se pierden o desperdician cada año. Al mismo tiempo, casi dos mil millones de personas están desnutridas o pasan hambre. El sector alimentario representa alrededor del 22% de las emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente debido a la conversión de bosques en tierras de cultivo. Si bien podemos pensar en el desperdicio y la pérdida de alimentos solo en términos de los alimentos en sí, también se desperdician grandes cantidades de energía (para la producción y el transporte de fertilizantes) y agua.  

La pérdida de alimentos y los residuos de alimentos se utilizan a menudo de manera intercambiable, pero no significan lo mismo. La pérdida de alimentos se refiere a los alimentos perdidos en las primeras etapas de la producción, incluidas la cosecha, el almacenamiento y el transporte. El desperdicio de alimentos, por otro lado, se refiere a alimentos que son comestibles pero que son desechados por los supermercados o los consumidores. 

Consejo verde: 
Si bien reducir la pérdida de alimentos es un problema sistémico, reducir el desperdicio de alimentos depende de cada uno de nosotros. Comprométete a adoptar al menos uno deestos 15 pasos para reducir el desperdicio de alimentos sugeridos por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. 

Por Jason Giovannettone, Director para el Clima y Sustentabilidad

Para reducir nuestro consumo y uso de plástico, es importante eliminar la necesidad de la botella de plástico. Una de las razones más comunes por las que consumimos botellas de plástico es para aumentar nuestro consumo de agua «sana» y «limpia». Luego, cuando terminamos, podemos reciclar la botella. Parece una situación en la que todos ganamos: podemos consumir agua limpia con poco o ningún desperdicio. En realidad, no es así. Para hacerse una idea de lo que ocurre realmente en el ciclo de vida de una botella de agua y de los problemas medioambientales que conlleva, ve el siguiente video. 

Consejo verde 

Abstente de beber agua embotellada y otras bebidas embotelladas en plástico, incluidos los refrescos y los jugos; por ahora, la leche puede ser una excepción. Los vasos, las tazas y las botellas reutilizables, junto con un sistema eficaz de filtración del agua del grifo, son excelentes alternativas. 

Por Mike Poulin, Gerente de Recursos de Justicia

Esta Cuaresma, ayuna de agua embotellada de un solo uso. Aunque el agua embotellada puede ser útil en situaciones de emergencia, la proliferación de botellas de plástico de un solo uso para la hidratación rutinaria es una catástrofe ecológica. En 2018, 1.300 MILLONES de botellas de agua de plástico se utilizaron CADA DÍA. Eso supone más de 470.000 millones de botellas al año. 

Eliminar las botellas de plástico de un solo uso reduce la cantidad de residuos plásticos en el ecosistema. También disminuye el uso de combustibles fósiles necesarios para transportar el agua embotellada. Considera la posibilidad de llenar una botella reutilizable con agua del grifo o filtrada localmente para hidratarte sobre la marcha. 

Por la Hermana Karen Donahue 

El aceite de palma se ha convertido en una grasa ideal para los alimentos procesados porque su producción es más barata que la de otras grasas y aceites. Pero conlleva profundos costes medioambientales y de justicia social. 

Las palmeras oleaginosas, que son nativas del África occidental pero que ahora crecen en todas las zonas tropicales del mundo, producen aceite tanto de la carne del fruto como de su carozo, y producen múltiples cosechas cada año. Actualmente se talan y queman grandes extensiones de bosques tropicales para plantar aceite de palma, lo que perjudica a las comunidades indígenas y a los ecosistemas. Estos bosques tropicales descansan sobre turberas; cuando se quema esta materia orgánica rica en carbono, se liberan a la atmósfera cantidades astronómicas de dióxido de carbono.  

Además de servir como grasa barata para alimentos procesados, el aceite de palma también es un componente importante en muchos artículos de tocador, cosméticos y otros productos de cuidado personal. 

Consejo verde: 
Instala una aplicación en tu teléfono o tableta para evaluar los productos con aceite de palma cuando vayas de compras. Esta es para los productos Apple, y esta para otros dispositivos. Al considerar tus compras, consulta esta lista de productos certificada por la Rainforest Alliance (Alianza para Bosques) como sostenible desde el punto de vista ambiental y social.