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Edad 59

Hija de Luis y María Inés, Fresia tenía dos hermanos, Ricardo y Luis, y una hermana, María Inés.  Se quemó gravemente a los cuatro años y pasó muchos meses en el hospital. Sus heridas previnieron que asistiera a la primaria, pero con mucha alegría, pudo recibir su Primera Comunión a los trece años con su hermano, Ricardo.

La vida de Fresia cambió en 1986 cuando conoció a Hermana Louise Dantzig, una Hermana de la Misericordia de Brooklyn sirviendo en Chile. Louise hizo arreglos para que Fresia tuviera cirugía plástica en los Estados Unidos. Aunque no quería dejar a su familia, Fresia aceptó el desafío y llegó a Holyoke, Massachusetts, en febrero de 1987. Luego fue a Brooklyn, donde vivió con las Hermanas de la Misericordia y tuvo más cirugías.

En 1994, Hermana Camille D’Arienzo, presidenta entonces de la comunidad regional de Brooklyn, invitó a Fresia a entrar a las Hermanas de la Misericordia. Ella entró a la comunidad en 1996, profesó sus primeros votos en mayo del 2000 y sus votos perpetuos en mayo del 2006. Celebró sus bodas de plata en septiembre de 2022.

Una mujer de valentía, inteligencia y resuelta, Fresia siguió su educación. Obtuvo licenciatura en servicios humanos de la Universidad de San Juan y maestría en consejería de rehabilitación de la Universidad Hofstra. ¡Fue un gran logro, ya que su primer idioma era español!

Fresia sirvió como coordinadora de servicios sociales en Caridades Católicas de Brooklyn. Ella sirvió también en Industrias de Goodwill de Nueva York y Nuevo Jersey como especialista para determinación de discapacidades y luego como coordinadora de incentivos para trabajo comunitario. Fresia sirvió como trabajadora social mientras vivía con su amiga del noviciado, Hermana Karen Kielb en San Francisco.

Después de volver a Nueva York, una diagnosis de cáncer previno que Fresia siguiera en ministerio a tiempo completo. Ella fue a vivir en el Convento de las Hermanas de la Misericordia en Whitestone.

Fresia viajó mucho. Su mayor alegría fue volver a Chile para visitar a su familia, especialmente después del nacimiento de su sobrina nieta Renata. Su familia hizo muchos viajes a los Estados Unidos para visitar a su amada Fresia también. 

La fe, valentía y determinación de Fresia fueron evidentes al enfrentar tantos desafíos. Su sonrisa, su franqueza y bondad hicieron que todas la quisiéramos mucho. La extrañaremos profundamente.