edad 97
Hermana Rosalie fue Hermana de la Misericordia durante 80 años. Su lema fue ¡Mi Dios y mi todo! Al momento de su jubileo de 80 años, ella escribió: «dos palabras describen mis sentimientos -alegría y gratitud. En mis 50 años de enseñanza en todos los niveles: elemental, secundario y universitario, he experimentado gran satisfacción, muchos desafíos y mucha alegría. Mi vida en nuestra comunidad de la Misericordia ha sido de satisfacción plena con muchas oportunidades para el crecimiento educativo y espiritual y el desarrollo de muchas amistades. ¡Por todo esto, estoy profundamente agradecida y llena de alegría!».
En 1944 Hermana Rosalie comenzó su carrera de enseñanza en Santa Rosa de Lima. Tomando clases durante el verano y los sábados, Hermana Rosalie se graduó de Saint Xavier College en 1956. Así, Rosalie comenzó su vida profesional en el nivel elemental. En pocos años fue asignada a enseñar matemáticas y ciencias en la Escuela Secundaria de la Misericordia. Poco después de eso, habiendo terminado sus estudios en la Universidad de Oklahoma en 1961, Saint Xavier College invitó a Hermana Rosalie a unirse al departamento de matemáticas. ¡Esto fue cinco años después de graduarse de Saint Xavier College! Ella enseñó matemáticas también por cuatro años en Salve Regine College en Newport, Rhode Island.
Hermana Rosalie pasó 34 años felices y sirvió bajo ocho presidentes mientras estuvo en Saint Xavier College, y creció de Saint Xavier College a Saint Xavier University. Hermana Rosalie presidió el departamento de matemáticas por varios años como valorada profesional y fue seleccionada para servir en muchos comités debido a su buen juicio y prudencia.
Al retirarse en 1995, Susan Beal, colega respetada, escribió: «Rosalie ha sido siempre la base de nuestro departamento… Su dirección reservada y serena presencia han tallado el modo en el cual trabajamos. Y sus percepciones, estímulo, ayuda, y amistad han agregado a la calidad de nuestras vidas, profesional y personal». Ella ha estado siempre disponible para cada estudiante, y «no sólo es ella una excelente profesora, sino que sus estudiantes la buscan también. Ella vive su llamada como Hermana de la Misericordia, y sus estudiantes se sienten cómodos buscándola y hablando con ella».
Cuando Hermana Rosalie se jubiló, ella buscó de manera activa ayudar a estudiantes de secundaria en la Residencia de la Misericordia para Jovencitas, ayudándoles con sus tareas y enseñándoles buenas habilidades de estudio. Además, Hermana Rosalie llegó a ser agente de cuidado y llevaba la Santa Comunión a las personas enfermas y que permanecen en casa. Ambos ministerios eran como atesorados dones para ella. ¡Se pueden decir tantas cosas maravillosas de la querida Rosalie! Por cierto, ella era una dama verdaderamente encantadora. Era una persona cálida, amable, humilde, bondadosa y compasiva, profundamente espiritual, inteligente y de carácter templado constante. Su familia, amistades, colegas y muchos de sus estudiantes la amaban profundamente. Que dama tan gentil y dedicada Hermana de la Misericordia.