Empecemos el día con una canción:
Holy, Holy, Holy—Anthem Lights
San Pedro dijo: «Dios nos ama más allá de lo comprensible, y nosotros no podemos disminuir el amor de Dios por nosotros». Es imposible conocer la profundidad del amor de Dios. Vemos en Jesús el mayor don de amor, el don de sí mismo. Nuestro deseo de profundizar en una vida de oración, nuestra relación de amor con nuestro Creador, nos ofrece una visión de este amor más allá de las palabras. Que hoy me rinda a este amor.
Le invitamos a descansar en estas palabras de San Juan 15, 1, 4, 9-12. Puede rezarlas como Lectio Divina. La primera vez que las lea, simplemente escuche las palabras. Después de unos minutos, léalas de nuevo y reflexione sobre lo que hoy le dice el pasaje. Después de unos minutos, léalo una tercera vez y dialogue con Dios sobre el pasaje. Hable con Dios. Escuche la respuesta de Dios. Finalmente, después de unos minutos más, vuelva a leer el pasaje y simplemente descanse en las palabras, imágenes y sentimientos de la experiencia.
«Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el viñador. Permanezcan en mí como yo permanezco en ustedes. Como el Padre me amó así yo los he amado: permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor; lo mismo que yo he cumplido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que participen de mi alegría y sean plenamente felices. Éste es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he amado».
¿Qué se siente al estar en conexión con Dios como la vid con el viñador?
¿Cómo puede permanecer hoy en el amor de Jesús?
¿Cómo se le invita a amar?
La poetisa Denise Levertov nos ofrece una reflexión sobre la entrega al amor de Dios.
El juramento
Como los nadadores se atreven
a tenderse de cara al Cielo
y el agua les lleva,
como los halcones se posan en el aire
y el aire les sostiene,
así yo sabría alcanzar
la caída libre, y flotar
en el profundo abrazo del Espíritu Creador,
sabiendo que ningún esfuerzo merece
esa gracia que todo lo rodea.
– Denise Levertov
Oremos:
Dios misericordioso, ayúdame a flotar en tu profundo abrazo. Rodéame de tu gracia para que, al entregarme a ti, me des vida de una manera nueva. Que pueda vivir desde este lugar de amor que todo lo abarca
Concluyamos con esta música instrumental de Andrea Vanzo, mientras el profundo amor de Dios va más allá de las palabras. Spring—Andrea Vanzo