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Nuestra Señora de Guadalupe y cómo respondemos a los Asuntos Críticos

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Desde que conocí a las Hermanas de la Misericordia y empecé a conocer la historia de nuestro carisma, nunca tuve dudas de la conexión esencial que hay entre Nuestra Señora de Guadalupe y nuestra vocación. En esta reflexión quiero compartir algunos pensamientos sobre lo que encontré inspirador en Nuestra Señora de Guadalupe para vivir hoy los Asuntos Críticos de las Hermanas de la Misericordia.

En la Historia de las apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe, en el 1500s, llamada en lengua náhuatl «Nican Mopohua»1 («Aquí se cuenta») Nuestra Señora de Guadalupe le dijo a Juan Diego en su primera aparición:

Sábelo, ten por cierto, hijo mío el más pequeño, que yo soy la perfecta siempre Virgen Santa María, madre del verdaderísimo Dios por quien se vive, el creador de las personas, el dueño de la cercanía y de la inmediación, el dueño del cielo, el dueño de la tierra, mucho deseo que aquí me levanten mi casita sagrada. En donde lo mostraré, lo ensalzaré al ponerlo de manifiesto: Lo daré a las gentes en todo mi amor personal, en mi mirada compasiva, en mi auxilio, en mi salvación: Porque yo en verdad soy vuestra madre compasiva, Tuya y de todos los hombres que en esta tierra están en uno, y de las demás variadas estirpes de hombres, mis amadores, los que a mí clamen, los que me busquen, los que confíen en mí, porque allí les escucharé su llanto, su tristeza, para remediar para curar todas sus diferentes penas, sus miserias, sus dolores.

Nuestra Señora de Guadalupe pidió una «casita», un espacio en el cual dar Misericordia, para llevar a Dios a todas las personas en esta tierra. A través de nuestro ser y ministerio, las Hermanas de la Misericordia podemos llevar a Dios a las personas con nuestro amor personal, mirada compasiva y ayuda, escuchando su dolor y remediando sus miserias, aflicciones y sufrimientos. Nuestra vocación es hacer lo mismo que nuestra Señora de Guadalupe a través de las obras de misericordia corporales, espirituales y viviendo nuestros Asuntos Críticos de la inmigración, el  racismo, la mujer, la no violencia y la tierra.

Inmigración. El pueblo mexica no quería salir de su país durante la conquista española de 1519-1521 ni dejar de todo lo que les era familiar: su idioma, religión, templos, casas, vida social, sistema familiar, tradiciones, sus ciencias.Se vieron obligados a asimilar el estilo de vida de los europeos. Los nativos mexicas no eran considerados iguales sino «menos», una civilización «subdesarrollada». Los españoles no reconocieron los conocimientos de los pueblos nativos en medicina, arquitectura, astronomía, filosofía o sus similitudes con la fe cristiana. Además del cristianismo y nuevas herramientas, habilidades, el idioma, los españoles también trajeron enfermedades, destrucción y muerte aunque tuvieron a bien detener los sacrificios humanos religiosos. Como resultado, los indígenas perdieron su identidad, su lugar en la «casa» de la nueva sociedad de los conquistadores eran inmigrantes, extranjeros en su propia tierra. Por lo que Nuestra Señora de Guadalupe le pide a la autoridad religiosa europea un espacio, una casa, un templo donde todos sean reconocidos, donde todas las personas puedan ser llamadas «hijo, hija», y recibir la misericordia de Dios. Nuestro carisma también nos llama a ser ese «espacio» donde Jesús se pueda manifestar, siendo mujeres en quienes las personas se sientan aceptadas como son, confíen,  y tengan ciudadanía.

Racismo. Los nativos fueron considerados de segunda clase, y los mestizos eran considerados los últimos en esa sociedad. Los mestizos eran hijos de los europeos blancos y las mujeres nativas morenas. Lamentablemente, la mayoría de las personas mestizas fueron el fruto de la violatción de las mujeres nativas por parte de los los españoles. Las personas mestizas no eran reconocidas por los europeos y eran rechazada por los nativos. Nuestra Señora de Guadalupe viene como mestiza con un mensaje que requiere la erradicación del racismo y cada persona de sea contemplada por igual, como sus hijos e hijas. En los recientes estudios científicos oftalmológicos de sus ojos, en la tilma de San Juan Diego, se pueden ver a personas con los rasgos de las razas blanca, morena y negra. Además, Nuestra Señora de Guadalupe habla el mismo idioma de la gente «sin educación», usando el simbolismo que los nativos podían entender perfectamente. Hace una evangelización inculturada integrando las creencias de las personas oprimidas con la fe de la gente opresora. Como Hermanas de la Misericordia, encontramos en Nuestra Señora de Guadalupe un ejemplo de cómo seguir trabajando en nuestro racismo interior y tratando de entrar en la cosmovisión de otras culturas, para poder hablar, vivir y hacer ministerio interculturalmente.

Mujeres. Después de la conquista las mujeres nativas perdieron su papel en su sociedad. Fueron oprimidas y abusadas por los europeos, especialmente el abuso sexual. En Nuestra Señora de Guadalupe, con su rostro mestizo e identidad como la Siempre Virgen, Dios viene en una presencia femenina que restituye el valor y la dignidad intocable de la mujer. Además, es muy interesante que el inmigrante cubano y teólogo latino Orlando Espín, considere esta presencia divina más como un fenómeno pneumatológico que mariológico. Espin hace ver que lo que ofrece Nuestra Señora de Guadalupe corresponde más a la acción del Espíritu Santo: manifestación, consuelo, sanación, revelación, sabiduría y salvación. Estos son atributos que las mujeres también aportan a la sociedad, sin importar su estado de vida. Nuestra Señora de Guadalupe trae la Rûah3 femenina de Dios a una sociedad exclusivamente masculina. En Guadalupe, la mujer tiene su prototipo de plenitud y fuente de vida. En Nuestra Señora de Guadalupe, las Hermanas de la Misericordia y todas las mujeres, son confirmadas en su imagen y semejanza de Dios (Gn 1,26) y llamadas a hacer las mismas obras de Dios (Cf. Jn 14,11)

No violencia. En ese tiempo la guerra finalizó cuando ganaron los conquistadores, pero oprimiendo a la gente e imponiendo su cultura. De alguna manera, la paz mejoró por la presencia divina de Nuestra Señora de Guadalupe, quien unió a opresores y oprimidos en una sola fe. La guerra de independencia del pueblo nativo, mestizo y criollo4 mexicano  en contra del dominio europeo español comenzó en 1810 y duró hasta principios de la década de 1820. La bandera mexicana por la libertad, la dignidad, la identidad nacional y la paz fue una imagen de Nuestra Señora Guadalupe. Las Hermanas de la Misericordia promovemos la paz a través de nuestros ministerios con las personas marginadas en la sociedad y el cambio de leyes en favor de la justicia.

Tierra. La imagen-códice (manuscrito antiguo basado en símbolos) de Nuestra Señora de Guadalupe, integra la divinidad, el cosmos y la humanidad. Las grandes flores de su vestido significan la alegría de la Tierra que brota desde el cielo del manto turquesa lleno de estrellas. Las estrellas de su manto corresponden a la posición de las constelaciones de ese año 1531, pero viéndolas desde el espacio hacia la Tierra. Las posiciones de las flores coinciden exactamente con las posiciones geográficas de todos los volcanes en el actual territorio mexicano. El sol, la deidad azteca más importante, la rodea y ella está parada sobre la luna. Además, el símbolo más importante que ella muestra es la flor de cuatro pétalos colocada exactamente sobre su vientre. Este símbolo es llamado en náhuatl «Nahui Ollin». Entre sus muchos significados sobresale como símbolo del ‘tiempo y el espacio’, ‘plenitud de vida’, ‘presencia de Dios’. La armonía de la realidad sobrenatural y natural que se muestra en Nuestra Señora de Guadalupe es como deben ser nuestras vidas como mujeres de la Misericordia, unidas a Dios, integrándonos en la creación, protegiéndola y llevándola a su plenitud.

Ojalá podamos seguir trayendo luz, desde la teología y la pastoral de Nuestra Señora de Guadalupe, a la identidad espiritual y ministerial de la Misericordia. ¿Crees que es una coincidencia que la comunidad de la Misericordia fuera reconocida oficialmente en la iglesia el 12 de diciembre, a través de los votos de las tres primeras Hermanas de la Misericordia? Esto sucedió exactamente trescientos años después de la manifestación de Nuestra Señora de Guadalupe y aceptación oficial de su aparición en la tilma del indígena Juan Diego. El llamado de las Hermanas de la Misericordia se encuentra en el mensaje de Nuestra Señora de Guadalupe: ser mujeres presentes en las realidades de nuestro mundo que sufre, encarnando el corazón compasivo de Dios para traer la liberación, la dignidad humana y restaurar el equilibrio.

¿Eres una presencia Guadalupana Misericordiosa en nuestros tiempos?

Piénsalo…


Notas

1. Recomiendo mucho que lean el texto completo para poder profundizar mejor el mensaje.

2. Cf. Espin, Orlando- Diaz, Miguel ed. From the Heart of the People. Latino/a Explorations in Catholic Systematic Theology. An Exploration into the Theology of Grace and Sin. Orbis Books. Maryknoll, New York. pp.137-138

3.  Rûah: sustantivo femenino en hebreo que significa espíritu, aliento.

4.  Criollo: era la clasificación racial que se daba a los hijos de españoles blancos nacidos en el nuevo mundo (Continente Americano). No eran tan valorados como los nacidos en España.