¡Las Hermanas de la Misericordia llaman a todas las personas a elegir el amor y la misericordia sobre el miedo!
Las Hermanas de la Misericordia de las Américas ven con preocupación la avalancha de políticas estadounidenses que van en contra de nuestras creencias fundamentales de elegir el amor y la misericordia por encima del miedo. El miedo y la ansiedad envuelven a los Estados Unidos, impulsados por las acciones, la retórica y las políticas del gobierno que amenazan directamente la dignidad y la vida de innumerables personas en toda nuestra nación y el mundo.
Millones de personas en los Estados Unidos viven con el temor constante de ser deportadas. Las personas inmigrantes temen comprar artículos de primera necesidad o buscar atención médica por temor a ser detenidas y llevadas de inmediato por la policía de inmigración. Los niños están faltando a la escuela, viviendo con una sensación de pánico de que regresarán al hogar a una casa vacía porque su madre, padre o padres han sido detenidos. Jocelynn Rojo Carranza, una niña de once años en Texas, se quitó la vida después de que fue acosada debido al estado migratorio de su familia.
Las duras políticas de deportación actuales causan un profundo sufrimiento humano. Este espectáculo despiadado se opone directamente al llamado de Jesús a amar a nuestro prójimo. Ningún país tiene derecho a amedrentar e intimidar a ningún ser humano.
Esto no excluye las medidas que realmente buscan proteger a la sociedad de delincuentes y mantener a todas las personas más seguras. En su reciente misiva a los obispos católicos de los Estados Unidos, el Papa Francisco escribió: «El verdadero bien común… acoge, protege, promueve e integra a las personas más frágiles, desprotegidas y vulnerables. Esto no impide el desarrollo de una política que regule la migración ordenada y legal, y mantenga a las comunidades a salvo de aquellas personas que han cometido delitos violentos o graves mientras estaban en el país o antes de su llegada».
Claramente, debemos reconocer que el racismo, la discriminación racial y la xenofobia juegan un papel importante en las deportaciones masivas. Culpar al «otro» se ha utilizado una y otra vez en la historia mundial. Jesús fue un líder de amor revolucionario, no de miedo. No existe otro. Inspiradas por Su amor y acciones, nos esforzamos por crear un mundo basado en la compasión y la misericordia para todas las personas.
Con fe y convicción, oramos y actuamos, confiando en que la política del miedo será reemplazada por la unidad y la justicia. El amor al prójimo y la solidaridad triunfarán sobre el miedo. Invitamos a cada persona a alzar su voz en sus comunidades, unidas para poner fin a la política del miedo y dar la bienvenida al extranjero.
No importa en qué parte del mundo te encuentres, puedes tender una mano a los necesitados: ofrécete para hacer voluntariado, dona, escribe cartas a tus legisladores, comparte tus puntos de vista en las redes sociales. Debemos hacer brillar la luz sobre la humanidad de aquellas personas que están siendo consideradas como villanas.