Millones de estadounidenses ejercieron su deber cívico y reeligieron a Donald Trump para un segundo mandato como presidente. Hacemos un llamado a todas las personas para orar pidiendo guía y sabiduría para este nuevo gobierno. Hay mucho trabajo por hacer.
Reconocemos el dolor y la decepción de quienes apoyaron a candidatos que no ganaron en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos. Hay espacio para el desacuerdo y el debate.
Esperamos y oramos para que el presidente electo Donald Trump opte por el camino de la unidad y denuncie la violencia.
Lo alentamos a estar abierto a las opiniones de todas las partes y a trabajar en conjunto por el bien del país, incluido el trabajo para poner fin a la epidemia de violencia armada, para encontrar rápidamente un camino justo hacia la paz en las áreas del mundo devastadas por la guerra y encontrar un enfoque humano a la inmigración.
Continuaremos trabajando por los valores del Evangelio y nuestros Asuntos Críticos, que nos llaman a acoger al extranjero y proteger a las mujeres, la niñez y las personas necesitadas.