Edad 83
Kathleen conoció a las Hermanas de la Misericordia por primera vez en la Preparatoria Católica de San Huberto en Filadelfia, Pensilvania. Ella era una estudiante seria, con sentido de humor único y talentos musicales, tocaba el violín en la orquestra de la escuela. A los diecinueve años, entró a las Hermanas de la Misericordia en Merion, Pensilvania.
Su educación incluyó licenciatura en humanidades de la Universidad Villanova en Villanova, Pensilvania y la Universidad Gwynedd-Misericordia en el Valle Gwynedd, Pensilvania, y maestría en educación primaria de la Universidad Marywood en Scranton, Pensilvania.
Kathleen enseñó en escuelas primarias por treinta y ocho años en la Arquidiócesis de Filadelfia y la Diócesis de Raleigh, Carolina del Norte. Ella pasó muchos años en la Parroquia y Escuela de la Maternidad de la Santísima Virgen María en Filadelfia, Pensilvania donde sirvió por casi tres décadas. Además de su rol como maestra, Kathleen apoyó la vida de la parroquia, sirviendo como agente de eucaristía y voluntaria dedicada en cualquier área. Kathleen ofreció sus destrezas de organización y secretaria por cuatro años más como integrante del personal de apoyo de la arquidiócesis en el Vicariato del Condado Delaware.
En sus últimos años de ministerio activo, Kathleen dio el servicio valioso de transporte médico para hermanas que vivían en el Convento de la Misericordia y el Convento McAuley, los dos en Merion, Pensilvania. Su sensibilidad, cuidado compasivo y competencia como conductora consolaba a las hermanas. Aunque era callada y reservada, las hermanas se sorprendían cuando Kathleen recordaba detalles de eventos pasados y apreciaban su memoria de encuentros compartidos en la vida de la comunidad.