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Edad 90

Las pasiones de Hermana Constance incluyeron la paz, justicia y el cuidado de la Tierra.  Contemplaba el mundo y el cosmos con la mente de filósofa y los ojos de poetisa.

Nacida en Pottsville, Pensilvania, a los veintitrés años ella entró a las Hermanas de la Misericordia en Dallas, Pensilvania.  Obtuvo licenciatura en inglés de la Universidad de la Misericordia en Dallas, Pensilvania y maestría en espiritualidad de la Universidad Católica en Washington, D.C.  También enseñó a nivel universitario en la Universidad de la Misericordia y la Universidad Salve Regina en Newport, Rhode Island.

Mientras desarrollaba sus destrezas en espiritualidad, servía en la Finca Genesis en Caldwell, Nuevo Jersey y Pendle Hill, un centro de estudio, retiros y conferencias fundado por los cuáqueros en Wallingford, Pensilvania.  Hermana Constance fue también una integrante fundadora de Sangha Río Caudaloso, un encuentro de personas de diferentes religiones que se apoyan mutuamente en la práctica de meditación Zen.  Ella siguió dedicada a ese compromiso como parte de su camino de fe por veintisiete años.

Fue una de las integrantes fundadoras del Centro de Paz y Justicia de Wilkes-Barre y sirvió por cinco años como su primera directora.  Hasta hoy el Centro de Paz y Justicia otorga un premio cada año, el Premio de Susan Merrill Constance Kozel, a una persona cuya contribución a la sociedad refleja los principios de paz y justicia.

Más recientemente, encontró consuelo en la visión del Papa Francisco, creyendo que «lo humano y lo divino se reúnen en el más pequeño detalle de la túnica sin costuras de la creación de Dios, en el último granito de polvo en nuestro planeta».  Su vida entera verdaderamente reflejó «el desmesurado cariño de Dios hacia nosotros. El suelo, el agua, las montañas, todo es caricia de Dios». (Laudato Si, 84)