Declaración sobre los sucesos en Perú de la Comisión de Voz Profética
Isaías 42: “Expondrá el derecho con fidelidad, no desfallecerá ni se desalentará hasta implantar el derecho en la tierra y las costas lejanas esperarán su ley.”
La Comisión de Voz Profética en representación de las hermanas y asociadas/os de la Región Geográfica del Caribe, América Central y América del Sur quiere hacer eco del sufrimiento de gran parte del pueblo peruano y de nuestras hermanas y colaboradores que sirven y acompañan con amorosa entrega, a la población más vulnerada de norte a sur del país.
La Comisión de Voz Profética tiene como finalidad animar un enfoque en la justicia social y otros Asuntos Críticos de la Misericordia incluso haciendo declaraciones para iluminar situaciones coyunturales que generalmente plantean una situación dolorosa y desafiante para las hermanas, asociadas/os y otros colaboradores en los distintos países en donde vivimos y realizamos nuestros ministerios. Ante la masacre de indígenas y otros activistas ocurrida en Perú, causada por un gobierno que sigue atropellando impunemente los derechos humanos presentamos esta declaración:
La dramática situación que se vive hoy en Perú tiene largos antecedentes, que reflejan el clasismo y racismo solapado que por largos años vive entre nosotros. Con el ex Presidente Pedro Castillo, la población del interior del país, que es la mayoría de peruanos, se sintió representada y visibilizada. Resaltamos que, como hermanas no compartimos ningún acto de corrupción, venga de donde venga, sin embargo, reconocemos que su gobierno desde el principio fue muy obstaculizado por sectores poderosos y la propaganda tendenciosa de los grandes Medios. Su vicepresidenta Dina Boluarte al reemplazarlo ha decepcionado a la población que culturalmente pide respeto a la palabra dada. Ella solo por las presiones populares anunció elecciones en el 2024.
Hace más de dos meses el pueblo en diversas zonas, especialmente en el sur, salió a las calles a reclamar: Elecciones presidenciales ya; cierre del Congreso sin legitimidad y una Asamblea Constituyente para reformar la Constitución fujimorista.
Indigna y duele ver la represión violenta y desmedida ante protestas pacíficas que resultaron en la muerte de nuestros hermanos peruanos incluyendo menores de edad y persecución a los activistas indígenas, así como a estudiantes en la ciudad universitaria. También se está dando un proceso de militarización de territorios.
Esperamos que los que resulten responsables ante los maltratos, detenciones arbitrarias y muertes de más de 55 personas, respondan ante la justicia, sean éstos, políticos, policía o fuerzas armadas.
Oramos para que, en el gobierno y la sociedad peruana, lxs ciegxs abran sus ojos y lxs sordos escuchen. Rogamos por la paz y consuelo para las familias y comunidades que sufren las pérdidas de seres queridos. Que los empobrecidxs e indígenas sigan reclamando en paz y dignamente sus derechos y que se vaya un gobierno con manos ensangrentadas. Pedimos diálogo sincero, respeto a la multiculturalidad y una sana política que busque una sociedad más justa, para lograr la paz y la democracia. Amén