Calmar las tensiones: La libertad de expresión es un derecho, la no violencia es una obligación
Las Hermanas de la Misericordia de las Américas ven con gran preocupación la situación que se está desarrollando en California, donde se ha recurrido a fuerzas militares para sofocar las protestas. Estas manifestaciones, en apoyo de los inmigrantes que han sido objeto de redadas y muchos de los cuales están recluidos en un centro de detención, son concentraciones legales protegidas por la Constitución de Estados Unidos.
Como Hermanas de la Misericordia, tenemos un profundo compromiso con la no violencia. La doctrina social católica nos enseña que la libertad de expresión es un derecho humano fundamental, vinculado al deber de dar testimonio de la verdad. Este derecho permite a las personas expresar sus convicciones y participar en la sociedad.
Como todos los derechos, la libertad de expresión debe ejercerse con responsabilidad, sin intención de causar daño, y debe utilizarse para el bien común y para mejorar y defender la dignidad humana. Pedimos a todos los que dan testimonio que lo hagan pacíficamente y rechacen los actos de violencia.
Asimismo, las autoridades civiles tienen la responsabilidad y la obligación de proteger y promover la libertad de expresión. Pedimos a las autoridades que rebajen la temperatura de la situación y se abstengan de intensificar su respuesta con excesivas demostraciones de fuerza.
La no violencia es una obligación para todos nosotros.
Nuestra fe nos ordena amarnos unos a otros, tratarnos con respeto y fomentar la paz.