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Levantar conciencia menstrual a través del Proyecto Iniciativa de Higiene Personal en Haití

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Por Ingrid Robinson, Asociada de la Misericordia

En los Estados Unidos, tomamos muy a la ligera lo desechable: tazas de café, pañales, afeitadoras, etc. Sin embargo, en el empobrecido Haití, dónde el saneamiento es un desafío diario, los productos desechables son lujos inexistentes. Eso incluye los productos de higiene femenina, que deben ser lavados y reutilizados.

«Las jóvenes y mujeres usan trapos e incluso hojas mensualmente, y su vergüenza conduce a altas tasas de deserción escolar» dijo la Hermana Jill Weber, que sirve en Haití.

Para aliviar el problema, la Dra. Ellen Lawson de Cuidado Urgente de la Misericordia en Asheville, Carolina del Norte, empezó a coser y distribuir paquetes de higiene personal para las haitianas ya que ella viaja con frecuencia para trabajar con el ministerio de Enfoque de la Misericordia en Haití.

La Dra. Ellen Lawson muestra cómo usar los paquetes reutilizables de higiene personal.
Asociadas de la Misericordia: Dra. Ellen Lawson e Ingrid Robinson.

ada paquete consiste de una pequeña mochila con cordón, una bolsa de plástico, dos protectores hechos de algodón y tela impermeable, 10 paños de franela y dos pares de ropa interior.

Un día, vi a la Hermana Jill cortando y armando algunos de los productos y decidí participar. ¡A lo grande! Como mujer, podría relacionarme y entender lo que se siente carecer de las necesidades básicas. ¡Tuve que ayudar! Sólo había un problema: Yo no sabía cómo coser.

Jugué con el diseño original para hacerlo más pequeño y menos grueso. Luego, me acerqué a otra Asociada de la Misericordia, Regina Pastula, por su experiencia en costura.

Después de finalizar el patrón, el Proyecto de Iniciativa de Higiene en Haití empezó a tener reuniones mensuales llamadas «Cortar por una Causa» en las que participaron hermanas, asociadas y asociados, colegas de trabajo y amistades. Después de la primera reunión, Regina me enseñó a coser. Ahora, coso en las noches. Es muy terapéutico.

Organizo mesas repletas de telas de colores llamativos, ropa interior, bolsas, broches y otros materiales donados. Las voluntarias y voluntarios cortan y doblan la tela, colocan los alfileres, broches o arman los protectores después que las voluntarias y voluntarios cosen en mesas llenas de máquinas de coser donadas. Hay algo que hacer para todas las personas.

El proyecto se difundió y ahora las voluntarias y voluntarios en 11 estados además de Guam están confeccionando los paquetes de higiene personal. Yo proporciono el patrón, las muestras, el video informativo y las instrucciones escritas. Las voluntarias y voluntarios me envían los paquetes terminados, y luego los envío a Haití con gente misionera. Hasta la fecha, se han entregado 372 paquetes de higiene personal.

He recibido videos de agradecimiento, escritos y obsequios del pueblo haitiano y espero un día viajar a Haití para conocer a las jóvenes y mujeres que han sido beneficiadas por el proyecto.


Enlace al video instructive: