Por Bryan Pini, Servicios de Inversión de la Misericordia
Durante casi dos siglos, las Hermanas de la Misericordia han acompañado a quienes necesitaban los cuidados compasivos de la Misericordia. Hoy, los Servicios de Inversión de la Misericordia continúan el legado de las primeras Hermanas de la Misericordia caminando con organizaciones, empresas y entre sí para cuidar de las personas y del planeta.
En nuestro camino hacia la inversión socialmente responsable, los Asuntos Críticos de las Hermanas de la Misericordia siguen siendo la estrella polar que guía nuestras decisiones a la hora de invertir en organizaciones comunitarias, invertir en fondos que abordan la degradación medioambiental y las desigualdades sociales, implicar a las empresas en los problemas que afectan a nuestra comunidad global y votar en las resoluciones de las empresas de nuestro portafolio. Nuestro trabajo es a largo plazo por naturaleza, ya que estas relaciones y asociaciones evolucionan y se desarrollan durante este recorrido hacia el progreso en estas problemáticas importantes. Aunque los resultados no sean rápidos, la paciencia y el compromiso en nuestras inversiones y nuestros esfuerzos siguen beneficiando a nuestros hermanos y hermanas de todo el mundo.
Durante casi cuarenta años, las Hermanas de la Misericordia han acompañado al Fondo de Préstamos Comunitarios de New Hampshire, una de las primeras instituciones financieras de desarrollo comunitario de Estados Unidos, que se ha convertido en líder de la inversión de impacto. En 1984, las Hermanas de la Misericordia concedieron al fondo su primer préstamo de 43.000 dólares que sentaron las bases de la organización, cuyos préstamos acumulados superan ahora los 415 millones de dólares. Esta relación a largo plazo continúa hoy a través del programa de inversión comunitaria del Fondo de Colaboración de los Servicios de Inversión de la Misericordia, que ha creado o conservado decenas de miles de viviendas asequibles, casi 4.000 puestos de trabajo y más de 4.500 puestos de guardería y educación infantil para residentes de todo New Hampshire.
Acompañar a las empresas en defensa de sus accionistas puede ser un camino largo y tortuoso. Pero con paciencia y persistencia, las empresas logran cambios significativos. El compromiso a largo plazo de los Servicios de Inversión de la Misericordia con accionistas de la tienda minorista Target ha dado muchos frutos. A lo largo de varios años, la Misericordia ha planteado cuestiones como los derechos de sus trabajadores, los derechos humanos, la nutrición y la gestión de los productos químicos, y Target ha respondido con medidas concretas. La empresa ha aumentado los salarios iniciales, ha incrementado la diversidad en su equipo directivo, ha ampliado las prestaciones de salud para sus trabajadores contratados por horas, ha realizado una evaluación del impacto en los derechos humanos de su cadena de suministro, ha impartido formación en derechos humanos, ha empezado a aceptar las prestaciones del SNAP (Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria), ha aumentado el contenido reciclado y ha restringido el uso de sustancias químicas de riesgo en sus textiles.
A lo largo de este camino, nuestro trabajo ha ido dando giros para responder a las necesidades de cada momento. El aumento de los llamamientos a favor de la equidad racial nos ha llevado a centrarnos más en la equidad racial dentro de nuestro trabajo actual, así como a poner en marcha dos nuevas iniciativas este año: el programa de gestores emergentes y el Fondo de Oportunidades Inclusivas, que abordan las brechas de diversidad entre quienes toman las decisiones y el acceso financiero a empresas que son propiedad de personas de orígenes diversos o infrarrepresentados, o a productos gestionados por ellas. Con paciencia y persistencia, se destinará más capital a las mujeres, las personas de distintas etnias y otros grupos marginados que han sido excluidos de los mercados de capitales tradicionales y pasados por alto por la mayoría de inversionistas.
Al igual que hemos atestiguado la transformación que se ha producido a través de nuestras inversiones, yo también he sido transformado a través de este ministerio. Mis experiencias durante dieciséis años con Servicios de Inversión de la Misericordia han cambiado para siempre mi forma de ver el mundo y de enfocar las inversiones. Ya sea colaborando con las hermanas en la reflexión teológica sobre las industrias extractivas, en los viajes de inmersión o en diálogos individuales, voluntarias y voluntarios seglares de la directiva y del comité e integrantes del personal continúan dejándose transformar a través de nuestro ministerio. Agradecemos la oportunidad de acompañar a las Hermanas de la Misericordia en este camino hacia el cambio sistémico.
Las Hermanas de la Misericordia han recorrido este camino de inversión socialmente responsable durante décadas y han visto mucho progreso y éxito a lo largo de los años. Aunque el camino puede parecer largo, y puede haber obstáculos o baches en él, caminar con las empresas, las organizaciones comunitarias, y entre sí es un ministerio perdurable de las Hermanas de la Misericordia que nos permite ser Misericordia para nuestras hermanas y hermanos en todo el mundo.
Para más información sobre la labor del ministerio, visiten www.mercyinvestmentservices.org.