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Por Luz María Alcantar Lemus, estudiante del último año de la Academia Mount de Sales en Macon, Georgia 

La venerable Henriette DeLille nació el 11 de marzo de 1813, en Nueva Orleans, Luisiana. Era la tataranieta de un(a) esclavo(a) de África Occidental. Aun así, nació como una mujer negra libre. 

Luz María Alcantar Lemus

Su familia era numerosa pero bien unida. Henriette creció con una infancia prometedora y bien establecida. Su madre, Marie-Josèphe «Pouponne» Díaz, capacitó a Henriette en música, literatura francesa y danza. Esperaba que su hija encontrara un pretendiente rico de raza blanca y contrajera un matrimonio consensual. 

Para el desagrado de su madre, Henriette se enamoró de su fe católica y creció en ella. Henriette empezó a enseñar en una escuela católica a los 14 años. Fue confirmada en 1834 y de inmediato comenzó a dedicarse a la vida religiosa. 

Entregada de lleno a su llamado religioso, vendió sus pertenencias y luego utilizó el dinero para fundar las Hermanas de la Presentación en 1836; en 1842, cambió el nombre de la congregación religiosa por el de Hermanas de la Sagrada Familia. Esta orden llegaría a ser la segunda orden religiosa negra establecida en Estados Unidos.  

Henriette se desempeñó como primera madre superiora de la orden. La fundación de la orden no se hubiera logrado sin la colaboración y asistencia de sus amigas, Josephine Charles y Juliette Gaudin. Estas mujeres atendieron tanto a personas esclavizadas y libres como a niños y adultos. 

Lograron que la misión de las Hermanas de la Sagrada Familia fueran las intenciones apostólicas de cuidar a enfermos, ayudar a empobrecidos y educar a las personas carentes de educación.  

Las Hermanas de la Sagrada Familia crearon el Hogar de Ancianos Lafon, siendo el primero y más antiguo hogar católico para ancianos de Estados Unidos. Asimismo, las hermanas educaron a personas esclavizadas, lo cual era ilegal en esa época. Hicieron todo lo posible para ayudar a los demás, a pesar de que no recibían mucho apoyo de las comunidades circundantes. 

La venerable Henriette DeLille fue conocida por su oración: «Creo en Dios. Espero en Dios. Amo. Deseo vivir y morir por Dios». Dedicó su vida al cumplimiento de estas palabras. 

Después de unos 20 años de fundar la orden, la venerable Henriette DeLille falleció el 17 de noviembre de 1862, en Nueva Orleans, Luisiana, a consecuencia de tuberculosis. Su legado sería una inspiración duradera para todas las personas que la rodeaban. 

En 2010, fue declarada venerable por el Papa Benedicto XVI. Cuando la venerable Henriette DeLille sea canonizada, se unirá a las Siervas de Dios Julia Greeley y la Hermana Thea Bowman como primeras santas afroamericanas nacidas en Estados Unidos. 

La venerable Henriette DeLille ha inspirado a muchas personas con su ardua labor y dedicación. Ella dio su vida para mejorar el bienestar de su comunidad, específicamente de la comunidad negra, ya fueran esclavos o libres. 

El valor, la bondad y humildad de Henriette se deberían emular en nuestra vida diaria. Por su legado la venerable Henriette DeLille, seguirá inspirando a muchas personas alrededor del mundo a esforzarse siempre por hacer el bien y servir a otros.