Por la Hermana Luz-Eugenia Alvarez
Desde que inicié la formación en el noviciado (una fase en el proceso para llegar a ser una Hermana de la Misericordia), supe que habría la posibilidad de que, al terminar las clases sobre el voto de servicio, iría a la frontera EE. UU.- México.
En junio de este año viajé a la frontera entre McAllen, Texas y Reynosa, Tamaulipas, México para aprender cómo las hermanas sirven ahí a inmigrantes. Las hermanas Terry Saetta y Patricia Mulderick quienes sirven en ARISE Adelante, un ministerio auspiciado de las Hermanas de la Misericordia, me recibieron en su casa y me acompañaron en la experiencia. La casa fue escogida como su convento porque tiene suficientes habitaciones con el propósito de tener espacio para quienes quieran visitarles y conocer la realidad fronteriza. La hermana Rose Weidenbenner nos acompañó un par de días.
El plan de esos días consistió en conocer ARISE Adelante y su misión para promover«el desarrollo personal y el empoderamiento de la comunidad inmigrante, especialmente mujeres, niños y jóvenes del Valle del Río Grande a través de programas educativos que fortalecen su comunidad organizada y su participación cívica». Sus pilares de justicia social son: Vivienda e infraestructura, inmigración, educación, salud y medio ambiente, liderazgo de jóvenes, liderazgo y desarrollo espiritual y participación cívica.
Este conocimiento fue teórico y práctico mientras visitábamos todos los centros que tiene ARISE en cuatro pueblos de Texas. Tuvimos también la oportunidad de escuchar los testimonios de las mujeres que forman parte del personal de ARISE. Fue evidente en las mujeres que han estado desde la fundación de ARISE, los valores infundidos por la fundadora de ARISE, la difunta Hermana Gerrie Naughton, basados en los asuntos críticos de las Hermanas de la Misericordia que continúan siendo su guía e inspiración. Estas mujeres han encontrado su voz y su poder, de tal manera que, ahora son ellas las que dirigen el programa y empoderan a otras mujeres y comunidades.
También hicimos un recorrido a lo largo del muro que divide a los dos países para mirar las condiciones por las que tienen que pasar la gente que intenta cruzarlo, dejando pedazos de ropa, y seguramente de piel, en el alambrado de púas que rodea el muro. La gente arriesga su vida cruzando el Río Grande tratando de saltar el muro y evadiendo las cámaras, sensores y camionetas de la patrulla fronteriza.
En Reynosa, visitamos los tres principales albergues para inmigrantes, en los cuales se ha dado prioridad por ahora a las personas de Haití, debido a que están en una situación más vulnerable que los inmigrantes que hablan español. En dos de los albergues en Reynosa, cientos de personas tenían que dormir en casas de campaña, expuestas al intenso calor ya que las habitaciones son limitadas. Fue muy motivador ver la dedicación de las religiosas y un pastor protestante en favor de los inmigrantes.
Visitamos dos albergues en Texas, uno en San Benito y el Centro de Alivio Humanitario en McAllen, Texas dirigido por la Hermana Norma Pimentel, MCJ. En este último dedicamos varias horas de servicio. También visitamos los pueblos donde estuvieron muchas de las Hermanas de la Misericordia sirviendo como maestras en varias escuelas parroquiales.
Y por supuesto, disfrutamos de un día en la playa de la Isla South Padre para refrescarnos del intenso calor del área.
Al final de cada día tuvimos la invitación de las mujeres de ARISE para hacer reflexión e integrar la experiencia del día. Sería muy largo describir todo lo que vivimos en esa semana. Animo a todas las personas a ir y tener una vivencia por sí mismas.
Durante esta semana de aprendizaje sobre el ministerio de la Misericordia, pudimos ver cómo el espíritu de Catalina McAuley continúa. Así como ella en las primeras fundaciones, grupos pequeños de hermanas siguen empoderando a muchas mujeres por medio de la misericordia de Dios, para que «Se levanten» (ARISE), salgan «Adelante» y «tengan vida y vida en abundancia» (Jn. 10:10).
Hermana Luz-Eugenia hará su profesión de votos temporales el 15 de octubre de 2022. Aprendan más sobre el proceso para llegar a ser una Hermana de la Misericordia.