Por la Hermana Lilian Silva
Ayer 25 de Octubre de 2020, hemos vivido una experiencia que marcará el destino de nuestro querido Chile por los próximos años
Después del estallido social de Octubre 2019 donde quedó al descubierto todas las injusticias que sufren miles de personas en la Nación en ámbitos de: educación, salud, femicidios, AFP, el Presidente Sebastián Piñera convoco a un plebiscito para RECHAZAR O APROBAR la redacción de una NUEVA CONSTITUCION.
Esta invitación a votar fue voluntaria y marcó un HITO histórico en nuestro País, la opción #APRUEBO obtuvo la mayoría de los votos. Al conocerse los resultados siento que en general hay mucha esperanza en todas las personas.
Con pandemia y todo miles de personas en distintos lugares del país salieron a las calles a celebrar. Lo que se viene ahora es la elección de las personas que conformaran la Convención Constituyente, que será la encargada de redactar la Nueva Constitución para Chile. Este grupo de personas incluirá el 50 % de varones y 50 % de mujeres y serán elegidos por todos nosotros. Hay un largo camino que recorrer, pero ya dimos el primer paso.
Comparto que ese DOMINGO me levanté muy alegre porque sería parte de un día tan importante para el País, y me sentí muy orgullosa de la ACTITUD CIVICA con la que todos fuimos a votar, personalmente estaba muy emocionada y comprometida con este momento. Me encanto ver a las personas en forma ordenada y respetuosa, cumpliendo con las normas impuestas por el Ministerio de Salud. También me alegro ver tantos Jóvenes participando, pues ellos se habían estado restando de acudir a votar en los últimos años. Cuando se quiere se puede.
María Inés comenta algo de lo que fue su experiencia “me toco profundamente la palabra que se proyectó con luces en la Plaza de la Dignidad el domingo en la noche: RENACER. Me llevo a las memorias del Plebiscito anterior en 1980, sentir las emociones y saber que volvía a ser parte de un hecho histórico, que con Democracia se hace sentir pacíficamente el desacuerdo de una Constitución escrita en tiempos de Dictadura Militar. Me dio esperanza ver a los jóvenes comprometidos, que con su alegría y entusiasmo contagiaban los lugares de sufragio. Me dio alegría experimentar que caminábamos personas de diferentes edades llevando el deseo de hacer valer un derecho “votar y cambiar los destinos de un pueblo” con un simple Lápiz.
En Santiago muchas personas comenzaron a llegar a la Plaza Italia, también reconocida como Plaza Baquedano y este último año como la PLAZA DE LA DIGNIDAD, en el centro de la Ciudad, donde el cielo se llenó de canticos, luces, Alegría, Esperanza, Banderas, Abrazos y Felicidad.
Un FIESTA CIVICA enmarcada por las palabras proyectadas en un edificio (RENACER) que nos mostraban que una nueva Época ha comenzado.