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Por la Hermana Janet Korn

Fueron marido y mujer, cada uno con sus propios apellidos. Los amigos describen su matrimonio como una de esas raras uniones perfectas de almas gemelas. Anne es mi sobrina, una mujer fuerte y cariñosa que trabaja como gerente de programa para una organización sin fines de lucro en el área de Washington, D.C. Chad fue un gerente IT, hombre sabio y divertido que amaba la vida y estaba preparado para cualquier desafío. ¡Incluso apareció en Jeopardy hace unos años! Chad tuvo un gran grupo de amigos y fue el centro de cualquier círculo social en el que estuviera involucrado. Conocido por ser un pacificador alegre y amable que podía unir a diferentes grupos de personas.

El 4 de marzo de 2020, Chad voló a Fond du Lac, Wisconsin, desde su casa cerca de D.C., para supervisar la instalación de un sistema informático en el Hospital Saint Agnes.

Al día siguiente le dio fiebre y fue a una clínica de urgencias, donde le dijeron que probablemente tenía gripe. Le dieron Tylenol y lo enviaron de regreso a su hotel. Unos días después, fue a la sala de emergencias, pero Chad no calificó para una prueba COVID-19 porque no había viajado fuera del país. El 10 de marzo, Chad regresó al hospital con neumonía y finalmente se le realizó una prueba de coronavirus. Al día siguiente, se enteró de que dio positivo y le dijeron que se pusiera en cuarentena en su habitación del hotel.

Anne viajó a Wisconsin para estar con Chad. El 12 de marzo, él tuvo problemas para respirar y una ambulancia lo llevó del hotel al hospital. Más tarde, Anne se enteró que también dio positivo de COVID-19, aunque era asintomática. Se puso en cuarentena durante 15 días, aislada en una habitación del hotel. Chad recibió soporte vital en la UCI el 13 de marzo. Como a Chad lo intubaron y sedaron, no pudo hablar por teléfono. Anne envió cartas a las enfermeras, que las leían a Chad. A veces, Anne llamaba a Chad por teléfono y las enfermeras ponían el teléfono sobre su pecho. ¿Escuchó él? ¿Supo cuánto era amado y apreciado?

Anne estaba sola con su dolor, así que su hermana, Mary condujo 750 millas (1.207 Kms.) en su automóvil desde Rochester, Nueva York, hasta Fond du Lac para estar con ella. Dos cabezas y dos corazones son ciertamente mejor que uno.

El 29 de marzo, Chad murió de complicaciones de COVID-19, después de más de dos semanas con un ventilador. Por la necesidad de distanciamiento social, no había forma de reunirse en un funeral para este hombre tan querido con un gran círculo de amigos y familiares, no hubo manera de brindar personalmente apoyo ni consuelo.

Esta es la historia de un hombre, una familia, una estadística, un país. «La nación más grande de la Tierra» y, sin embargo, no había suficientes pruebas disponibles de COVID-19 al comienzo de la enfermedad. No hubo pautas apropiadas para afrontar esta pandemia. Nuestro país no estaba listo. ¿Cuántos otros murieron porque no sabíamos lo que estaba por venir? Todos los días escuchamos nuestros teléfonos y televisores, contamos y rezamos. ¿Cómo cuentas los corazones rotos? A este país le ha llevado muchos días y noches acercarse a lo que era necesario —y lo que aún se necesita con urgencia— y personas generosas se han reunido para apoyar al personal en los hospitales y en la distribución de alimentos. Chad murió demasiado pronto.

Anne escribió una hermosa carta a familiares y amigos el 29 de marzo, el día que murió Chad.


Entrada de diario de Anne Starkweather — hace 20 minutos

Esta mañana, mi querido esposo Chad falleció. Estoy desconsolada, al igual que su familia y mi familia. Sé que todos ustedes, sus amigos y colegas, también están desconsolados. Chad era una persona verdaderamente especial y es insustituible.

Luchó duramente para superar esto, pero al final no pudo ganar el campeonato contra este horrible virus y la neumonía asociada y el SDRA, incluso con un equipo tan maravilloso y de apoyo detrás de él. Chad fue amable en la pérdida y en la victoria, así que sé que querrá que aceptemos esto gentilmente. Estoy tratando de hacerlo y continuaré intentándolo. Chad nunca me pidió mucho, solo amor, pero ahora esto es lo más difícil que me ha pedido.

Gracias a todos desde el fondo de mi corazón por sus amables palabras, pensamientos, oraciones, apoyo, donaciones, obsequios de alimentos para el personal del hospital y, sobre todo, el amor.

Sé que queremos unirnos como grupo para guardar luto y celebrar a Chad. No sé cómo hacer esto en el mundo actual de distanciamiento social y cuarentena. Debido a que Chad era alguien muy social con tantos amigos, esto me preocupa profundamente. Por favor, compartan ideas sobre cómo podríamos hacer esto. En algún momento, en el futuro, cuando termine toda esta situación, también tendremos una gran celebración por Chad, cuando podamos reunirnos y abrazarnos y recordar la amabilidad que trajo Chad en sus relaciones con las personas, y reírnos de la alegría que transmitió en todo lo que hizo.

Hoy debe ser un día tranquilo para mí, ya que me ocupo de la logística y de mi aflicción. Espero conectarme pronto con todos ustedes.

Los amo a todos y gracias por ser una parte tan increíble de la feliz vida de Chad.

Con amor,
Anne