Por la Hermana Deborah Watson
Las Hermanas de la Misericordia de Estados Unidos estuvieron entre quienes respondieron a la llamada de la Iglesia por más misioneras a Latinoamérica.
Las primeras cuatro hermanas en ir a Perú desde los Estados Unidos fueron patrocinadas por la Provincia de la Unión de Chicago y llegaron a Sicuani, cerca de Cuzco, Perú en 1961. La misión se cerró en 1969 debido a problemas con el gobierno.
Los ministerios quedaron en manos de peruanos.
El segundo grupo de la Misericordia llegó desde Burlingame, California a inicios de 1964 para servir al pueblo Aymara de la Prelatura de Juli, Puno, Perú.
Sus muchos ministerios incluyeron la educación. En esta foto, la Hermana Regina Marie Bayley prepara catequistas.
Hermana Barbara Cavanaugh, en la foto arriba, fue una de las primeras en vivir entre el pueblo como partera y ayudó a promover el desarrollo integral de la mujer.
En 1967, la Congregación de Pittsburgh envió hermanas a Chimbote, Perú en la costa norte de Lima. En la foto arriba una de esas hermanas, Rose Dalle Tezze, de pie con estudiantes en la Parroquia Virgen de la Puerta.
Hermana Betty – quien sirvió como presidenta de Carlow College de la Comunidad Regional de Pittsburgh y como presidenta de LCWR/Conferencia de Religiosas en el Liderazgo – se mudó a Chimbote a la edad de 69. Ella pasó 16 años abogando por los derechos y dignidad de la mujer y colaborando con otras mujeres para fundar la Casa de la Mujer.
En 1983, las hermanas llegaron a la entonces recientemente formada Diócesis de Chulucanas para servir en Pacaipampa, un área remota en las montañas que con frecuencia es accesible sólo en mula. En esta foto, la Hermana Mary Klock ¡se prepara para montar!
Hermana Patricia Mulderick con niños en Pacaipampa.
El enfoque al ministerio en Perú ha evolucionado y crecido a través de los años. Centro Betania en Chulucanas brinda múltiples servicios, en especial a mujeres, y proporciona educación sobre asuntos apremiantes tales como la trata de personas. Las mujeres aprenden además habilidades para los negocios tales como costura y cocina.
El Centro Betania proporciona también dinero semilla para animales domésticos y oportunidades para el autodesarrollo de las mujeres en áreas rurales.
Hermana Blanca Quintana prepara para un taller en Chimbote en Casa de la Mujer.
Hermana Gloria Miller visita el grupo de Kantutas en Puno, Perú donde las mujeres hacen bellos productos de tejido para venderlos tan lejos como California. ¡Sus marionetas son especialmente populares! Foto: Cortesía de la Hermana Deborah Watson
Donde sea que ellas estén, las actuales hermanas de las Comunidades promueven y acompañan activamente a mujeres y personas que expresan interés en vivir la espiritualidad de la Misericordia como miembros con votos, asociadas/os, o colaboradores en el ministerio. Por ejemplo, dos Hermanas de la Misericordia en Perú condujeron recientemente una experiencia de misión para cinco estudiantes, con el fin de compartir con estas jóvenes la experiencia de vivir con Hermanas de la Misericordia.