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Quinto domingo de Cuaresma – 6 de abril del 2025
De Hermana Diane Clyne, Burlingame, California, Estados Unidos
Dijeron a Jesús:
Juan 8, 4-7
«Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio.
Moisés, en la Ley, nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres. Y tú, ¿qué dices?».
Decían esto para ponerlo a prueba, a fin de poder acusarlo.
Pero Jesús, inclinándose, comenzó a escribir en el suelo con el dedo.
Como insistían, se enderezó y les dijo:
«El que no tenga pecado, que arroje la primera piedra».
Los buitres negros, de grandes picos se abalanzaron desde lo alto con sus alas plenamente extendidas como para asegurarse de que notáramos su presencia. NOSOTRAS, hermanas de CCASA y una veintena de Hermanas de la Misericordia, y asociadas y asociados de la Misericordia en el exterior de un centro de retiro franciscano, en las afueras de Ciudad de Panamá, el 15 de enero, vinimos para movernos y expresar nuestra respuesta, ¿quién y qué estamos llamadas/os a ser en este momento en nuestra realidad global?
Hermana Charo, una liturgista y bailarina de Argentina, levantó un hermoso poste con cintas, evocador de una brújula para liderar un movimiento focal de apertura que invitó a las hermanas, asociadas y asociados a entregarse a una elegante danza. Alrededor de ocho colores se entretejieron en pasos estampados mientras seis buitres, de grandes alas miraban fijamente el movimiento abajo, desde su tejado.
Esta fue la increíble imagen que vino a la mente sobre nuestro tiempo juntas/os en Panamá como un eco de la imagen de una mujer acusada, rodeada por un círculo de varones acusadores, que simplemente se desvaneció después de que Jesús lanzara el desafío; quien esté libre de pecado, tire la primera piedra.
Día 34 -7 de abril del 2025
De Tylia Barnes Oladipo, Asociada, Gastonia, Carolina del Norte, Estados Unidos
El Señor es mi pastor,
Salmo 23, 1-4
nada me puede faltar.
El me hace descansar en verdes praderas,
me conduce a las aguas tranquilas
y repara mis fuerzas;
me guía por el recto sendero,
por amor de su Nombre.
Aunque cruce por oscuras quebradas,
no temeré ningún mal,
porque tú estás conmigo:
tu vara y tu bastón me infunden confianza.
Reflecti
Este bendito tiempo de Cuaresma nos invita a entrar a una confianza más profunda en la providencia de Dios, y el Salmo 23 hace eco de esta seguridad: «El Señor es mi pastor; nada me ha de faltar». Catalina McAuley vivió con esta misma confianza, a menudo recordaba a sus compañeras: «El Señor y Maestro de nuestra casa y hogar es un proveedor fiel».
La vida de Catalina estuvo llena de desafíos, sin embargo, ella avanzó con fe cuidando, sin prejuicios, a las personas que más necesitaban atención. Al igual que el salmista, ella comprendió que incluso en los valles más oscuros, la presencia de Dios era una fuente de valentía y fortaleza. La Cuaresma nos llama a abrazar esta misma confianza en Dios, no como una confianza pasiva, sino como una respuesta activa a la gentil guía del Espíritu.
Mientras abrazamos la promesa de la Pascua, que descansemos bajo el cuidado de Dios y que nos conmueva, al igual que Catalina, a llevar misericordia, justicia y amor a los necesitados, sabiendo que el Pastor camina a nuestro lado
Día 35 – 8 de abril del 2025
De Hermana Elva De Castro, Zamboanga City, Filipinas
Jesús continuó: «Ustedes son de aquí abajo, yo soy de lo alto.
Juan 8, 23-27
Ustedes son de este mundo, yo no soy de este mundo.
Por eso les he dicho: Ustedes morirán en sus pecados.
Porque si no creen que Yo Soy, morirán en sus pecados».
Los judíos le preguntaron: «¿Quién eres tú?».
Jesús les respondió: «Esto es precisamente lo que les estoy
diciendo desde el comienzo.
De ustedes, tengo mucho que decir, mucho que juzgar.
Pero aquel que me envió es veraz,
y lo que aprendí de él es lo que digo al mundo».
Ellos no comprendieron que Jesús se refería al Padre.
Las lecturas de hoy nos invitan a reflexionar sobre la dirección de nuestra mirada y su profundo impacto en nuestras vidas. Jesús nos llama a examinar a fondo si nuestro enfoque está por encima del ego o impulsado por él. Este discernimiento, visto a través de la lente de la misericordia, nos anima a centrar nuestra sensibilidad espiritual en el Cristo sufriente, que pende de la Cruz entre nosotras/os, anhelando la dignidad humana.
Al igual que los israelitas, cuando fijamos nuestra mirada «abajo» — simbolizado por su anhelo de «alimento o agua» que satisfacía sus egos mientras desestimaban el maná divino ofrecido por Dios como «alimento miserable» —, nos exponemos a la toxicidad de las «serpientes saraph», que se manifiestan de diversas formas en nuestras vidas. Por el contrario, cuando elegimos elevar nuestra mirada más allá de las limitaciones del ego y recorrer el camino de la Misericordia junto a las diversas personas de Dios que sufren y están indefensas, y a las vidas en peligro en el universo, permitimos que el poder transformador de la Cruz fluya a través nuestro y en nuestro interior, invitándonos a empoderar a las demás personas.
Día 36 – 9 de abril del 2025
De Hermana Rose Weidenbenner, Álamo, Texas, Estados Unidos
Sadrac, Mesac y Abed Negó respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: «No tenemos necesidad de darte una respuesta acerca de este asunto.
Daniel 3, 16-18
Nuestro Dios, a quien servimos, puede salvarnos del horno de fuego ardiente y nos librará de tus manos.
Y aunque no lo haga, ten por sabido, rey, que nosotros no serviremos a tus dioses ni adoraremos la estatua de oro que tú has erigido».
Sadrac, Mesac y Abed Negó hablaron la verdad al poder. El rey Nabucodonosor no estuvo feliz con la respuesta de los jóvenes que no cumplían con su voluntad de adorar a la estatua de oro. El rey no se disculpó; intentó infructuosamente, que mataran a los jóvenes.
En los Estados Unidos, el 21 de enero de 2025, después que la obispa episcopal Marianne Budde le expresara la verdad al poder (a los recién nombrados presidente y vicepresidente) se le exigió que se disculpara por su audaz compartir de la palabra de Dios.
«Nuestro Dios nos enseña que seamos misericordiosos con el extranjero, porque fuimos una vez extranjeros en esta tierra. Que Dios nos conceda la fortaleza y el valor para honrar la dignidad de todo ser humano, para decirnos la verdad unos a otros con amor y caminar humildemente unos con otros y con nuestro Dios por el bien de toda la humanidad».
Gracias, obispa Marianne, por hablar la Verdad al poder sin reparos. (167)
Nota de la autora: Quién sabe lo que ha acontecido en los gobiernos de los países del Instituto desde que se escribieron estas reflexiones, mientras se escribían y se enviaron para traducción, previo a tu lectura de esta reflexión – sometida el 14 de febrero. Las referencias mencionadas sobre las experiencias actuales en nuestro mundo e Instituto sucedieron a partir del 1° de enero.
Día 37 – 10 de abril del 2025
De Hermana Rayleen Giannotti, Cumberland, Rhode Island, Estados Unidos
Después, Dios dijo a Abraham: «Tú, por tu parte, serás fiel a mi alianza; tú, y también tus descendientes, a lo largo de las generaciones.
Génesis 17, 9
El se acuerda eternamente de su alianza,
Salmo 105, 8
de la palabra que dio por mil generaciones.
Dios dijo a Abraham: «Tú, por tu parte, serás fiel a mi alianza; tú, y también tus descendientes, a lo largo de las generaciones». A través de este encuentro, atestiguamos cómo Dios establece un pacto bilateral, una invitación a una relación eterna con Abraham y sus descendientes. Por supuesto, tenemos el privilegio de saber cómo se cumplió e incumplió este acuerdo bilateral. Lo más frecuente es que seamos conscientes de un pacto unilateral. ¡Dios nunca vacila en sus promesas! Hoy, podemos encontrarnos recordando nuestra propia alianza personal con Dios a través de Cristo. Puede ser un buen momento para preguntar: ¿Cómo he/hemos cumplido o he/hemos roto nuestra(s) promesa(s) sagrada(s)? ¿Confío/confiamos en que Dios que ES ha sido incondicionalmente fiel? Quizá podamos encontrar seguridad y aliento al elevar nuestros corazones y nuestras voces con nuestros antepasados postexílicos en la fe: «El Señor se acuerda para siempre de su alianza» hagamos o no lo mismo.
Día 38 – 11 de abril del 2025
De Hermana Sharon Kerrigan, Chicago, Illinois, Estados Unidos
Oía los rumores de la gente: «¡Terror por todas partes! ¡Denúncienlo! ¡Sí, lo denunciaremos!». Hasta mis amigos más íntimos acechaban mi caída: «Tal vez se lo pueda seducir; prevaleceremos sobre él y nos tomaremos nuestra venganza».
Jeremías 20, 10
Entonces Jesús dijo: «Les hice ver muchas obras buenas que vienen del Padre;
¿Por cuál de ellas me quieren apedrear?».Los judíos le respondieron:
Juan 10, 32-33
«No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino porque blasfemas, ya que, siendo hombre, te haces Dios».
Las lecturas de hoy se centran en los sufrimientos de Jeremías y Jesús. Jeremías profetizó la caída de Jerusalén porque el pueblo ignoraba la palabra de Dios (Jer 19,15). Se volvió impopular, fue humillado públicamente y sus amigos lo denunciaron (Jer 20,2, 10). A pesar de los sufrimientos de Jeremías, creía que el Señor lo rescataría para que pudiera seguir profetizando el mensaje del Señor (Jer 20,11, 13).
Se revela una historia similar sobre Jesús cuando se encontró con un grupo de judíos que le preguntaron si era el Mesías. Jesús respondió: «Las obras que hago en nombre de mi Padre dan testimonio de mí» (Jn 10,25). Los judíos respondieron que no lo apedreaban por sus obras, sino porque afirmaba ser el Hijo de Dios (Jn 10,33). Intentaron arrestarlo, pero Jesús escapó cruzando el Jordán para continuar las obras de su Padre (Jn 10,39-42).
Al igual que Jeremías y Jesús, también podemos experimentar el rechazo cuando nos oponemos a una legislación que es contraria a las enseñanzas de Jesús. ¿Cómo puedo seguir haciendo las obras del Padre cuando la política y la religión se superponen? La respuesta está en nuestro interior.
Día 39 – 12 de abril del 2025
De Hermana Marissa Butler, Omaha, Nebraska, Estados Unidos
Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron un Consejo y dijeron:
«¿Qué hacemos? Porque este hombre realiza muchos signos.
Si lo dejamos seguir así, todos creerán en él, y los romanos vendrán y destruirán nuestro Lugar santo y nuestra nación».Uno de ellos, llamado Caifás, que era Sumo Sacerdote ese año, les dijo:
Juan 11, 47-50
«Ustedes no comprenden nada. ¿No les parece preferible que un solo hombre muera por el pueblo y no que perezca la nación entera?»
Recuerdo que cuando era niña, mi hermano sabía exactamente qué botones apretar para exasperarme. Del mismo modo, yo también soy culpable de irritar a otras personas, a veces a propósito.
El evangelio de hoy sigue a la resurrección de Lázaro, que parece haber sido la gota que derramó el vaso. Los fariseos se sintieron amenazados y empezaron a unirse para hacer arrestar a Jesús. Jesús se convierte en el blanco no solo de una persona, sino de todo un grupo de personas que utilizan a Jesús como chivo expiatorio de sus miedos, ira e inseguridades.
La gente vino en busca de Jesús, que había crecido en popularidad e influencia, pero no estaba por ningún lado. La decepción que debieron sentir…
Juan ha preparado el escenario para la Semana Santa: el oscuro y horrible drama de la pasión de Jesús. Conocemos el dolor y conocemos la resurrección. No tenemos que buscar a Jesús porque ya está allí esperando. Esta es una invitación a llevar nuestra propia experiencia de pasión a Jesús y caminar con él por su oscuro camino. Si nuestros corazones están abiertos, tal vez tengamos también un momento de resurrección.