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Hermanas luchan contra problemas del «último cajón» desde hace 50 años en NETWORK  

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Por Heather Scott-Molleda, Directora Sénior, Comunicaciones 

Ayudar a las personas ignoradas u olvidadas siempre ha estado en el corazón del trabajo de las Hermanas de la Misericordia y de otras hermanas católicas. Caminar con la gente empobrecida, enferma, las mujeres e infantes, inmigrantes, en esencia, es una lucha por la justicia. Ese mismo fuego por la justicia ha alimentado a las hermanas del cabildeo NETWORK, incluidas muchas Hermanas de la Misericordia, en su lucha por el cambio durante los últimos 50 años.   

En su libro recién publicado, Hermana Mara Rutten destaca los esfuerzos de la organización que se concentraron a propósito en cuestiones del «último cajón» no abordadas por otros grupos.  

Llamados a la acción: Los 50 años del Ministerio Político de NETWORK, narra el trabajo que comenzó con el objetivo de cambiar las políticas que inciden en los problemas desde su origen, problemas que los ministerios de primera línea se esforzaron por abordar, entre ellos la pobreza y la vivienda.  

La dedicatoria de Hermana Mara dice: «Para las religiosas, que nos hacen sentir orgullosas de ser católicas». 

El grupo se puso en marcha en una reunión inaugural celebrada en Washington D.C. en 1971. El grupo fundador de 47 hermanas procedía de muchas órdenes, incluidas dos Hermanas de la Misericordia. La misión y el Ministerio consistían en actuar como grupo de presión política en los pasillos del gobierno, enfrentándose a congresistas y autoridades, al tiempo que se sensibilizaba sobre la difícil situación y los derechos de las personas marginadas de la sociedad.  

Las Hermanas de la Misericordia han estado comprometidas con el ministerio desde el principio, incluyendo a dos hermanas de Rhode Island, Elizabeth Morancy y Mary Reilly, que después de la reunión inaugural, emprendieron una actividad paralela en unos grandes almacenes locales durante las Navidades para recaudar los 50 dólares que cada hermana había prometido para poner en marcha la organización; Hermana Kathy Thornton, que fue una de las primeras directoras de NETWORK; y Hermana Linda Werthman, que fue una de las Monjas del Autobús en la campaña más visible de la organización.  

El libro también analiza los famosos comentarios de Hermana Theresa Kane, entonces presidenta de la Conferencia de Liderazgo de Mujeres Religiosas (LCWR son sus siglas en inglés), durante una audiencia con el Papa Juan Pablo II en Washington, D.C., en los que pedía que la Iglesia se abriera a las voces de las mujeres y les permitiera servir en todos los ministerios.  

En la última década aproximadamente, NETWORK saltó a la luz pública con las campañas de las Monjas del Autobús, así como con entrevistas con la famosa personalidad católica Stephen Colbert. Eso les ha dado cierta reputación de agitadoras, pero como Mara deja claro en su historia, su trabajo es una respuesta directa al mandato del Vaticano II de vivir los Evangelios y asumir un rol activo en el trabajo por la justicia social. Desafortunadamente, dice, mucha gente no lo sabe o ya no oye hablar mucho de ello en un clima político que impulsa la narrativa de que las personas católicas de E.E. U.U. deben ser votantes de un solo tema.  

«Siguen luchando la buena batalla. Y siguen hablando de la doctrina social católica», dijo Mara en una reciente entrevista.   

Líderes de NETWORK se referían regularmente a esas directrices «fundacionales». La acción a favor de la justicia … (es) «una dimensión constitutiva de la predicación del evangelio».  

«Lo recitaban, palabra por palabra, como si fuera su número de la Seguridad Social», dice Mara, una historiadora que durante un tiempo trabajó como miembro de un grupo de presión de NETWORK. Recientemente fue recibida como novicia.  

Desafortunadamente, muchos de los problemas que las hermanas han trabajado no se han resuelto.   

«Una de las partes deprimentes de este trabajo es que en lo que trabajábamos hace 50 años, estamos trabajando hoy», dijo. «La vivienda no se ha resuelto. El hambre no se ha resuelto… Y ahora mismo, todo es tan divisivo y caótico».  

Aunque en ocasiones se ha «llamado la atención» a las hermanas y a sus dirigentes por tomarse en serio el Concilio Vaticano II, Mara subraya que esos mandatos «no se han rescindido», aunque ahora las hermanas puedan parecer atípicas.  

Y mientras un solo tema domina el discurso político entre muchos católicos estadounidenses, NETWORK ha destacado el mensaje de la exhortación Gaudete et Exsultate (Alegraos y regocijaos) del Papa Francisco de marzo de 2018, que recuerda a todas las personas que otras cuestiones son «igualmente sagradas»:  

«Pero igualmente sagrada es la vida de los pobres que ya han nacido, que se debaten en la miseria, el abandono, la postergación, la trata de personas, la eutanasia encubierta en los enfermos y ancianos privados de atención, las nuevas formas de esclavitud, y en toda forma de descarte».