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edad 83

Hermana Barbara Anne Brennan fue Hermana de la Misericordia durante 65 años. Ella se graduó de la Academia San José, Portland en 1956 y entró con las Hermanas de la Misericordia en septiembre. Obtuvo su Licenciatura en Ciencias de la Educación Primaria de la Universidad de San José de Maine, Standish. También obtuvo su Maestría en Ciencias de la Educación de la Universidad del Sur de Maine, Portland.

Durante gran parte de su vida religiosa, Hermana Barbara sirvió fielmente en el ministerio de la educación como directora y maestra en las siguientes escuelas: San Atanasio, Rumford; Primaria Catedral, Portland; Santa María, Biddeford; San José, Portland; Santa María, Bangor, San Patricio, Portland y Santa María, Augusta.

Además de sus años en la educación, Hermana Barbara disfrutó de otros ministerios. Su naturaleza versátil la llevó a las Bahamas, donde fue pionera en el desarrollo de la misión en el área del sur de Andros antes de que tuvieran agua y electricidad. También pasó algún tiempo como coordinadora de unidad en el Hospital de la Misericordia, Portland; Coordinadora de Servicios Residentes en Deering Pavilion, Portland; bibliotecaria asistente en la Universidad de San José de Maine, Standish; y también pasó un verano atendiendo las necesidades en un «Holler» (valle) en los Apalaches.

Hermana Barbara sirvió en las directivas de gobierno del Hospital de la Misericordia, de la escuela secundaria McAuley y del consejo de patrocinio de las Hermanas de la Misericordia.

Todas las personas que conocieron a Hermana Barbara sabían de su amor y devoción por su familia. Le gustaba estar con su familia en reuniones formales o informales. Algunos de sus mejores recuerdos fueron sus viajes a Irlanda con su familia y el descubrimiento de sus raíces irlandesas.

¡Hermana Barbara tuvo muchos intereses, algunos de ellos era seguir los juegos de los Medias Rojas (equipo de béisbol) y de los Patriotas (equipo de fútbol), y disfrutaba más cuando ganaban! Hermana Barbara también disfrutaba entreteniendo y siendo hospitalaria con sus visitantes.

Al seleccionar su lema, «Jesús callaba», Hermana Barbara refleja su personalidad y su afición por la reflexión silenciosa. Durante su breve enfermedad, dijo: «Nunca me había sentido tan cerca de Dios».