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Los dones del espíritu y de los productos agrícolas

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Por Liz Dossa

Hermana Amy Westphal cruza por las carpas y la gente que está sentada o acostada en la vereda y ve al pasar a trabajadores que limpian con mangueras la basura de agujas, jeringas y excrementos de la vereda hasta llegar a su actual ministerio The Healing WELL en el distrito Tenderloin en San Francisco.

Durante cuatro días por semana anda intencionalmente tres cuadras, desde el paradero del ómnibus entre Leavenworth y McAllister hasta este establecimiento sin fines de lucro y se siente irritada, en vez de estar disgustada o temerosa. «Me irrita ver a personas que tratan de descansar o que buscan un poco de tranquilidad en la calle», explica. Además, «Están siendo acosadas por otra capa de carteles de la droga. Estos son grupos de jóvenes que llegan al mediodía y acosan a los transeúntes para conseguir lo que necesitan para el día. Veo a personas que se drogan y no hallan manera de salir de ello». La incidencia de la sobredosis de drogas está presente en cada esquina».

The Healing WELL, fundada en 2015, provee «Ternura en Tenderloin».  Su misión de bienestar para el tratamiento de los traumas significa aliento y paz para quienes lo buscan.

Amy se reúne con una residente de la pensión para hablar sobre cómo organizar y patrocinar un pequeño grupo.
Amy lista para entregar los productos agrícolas.

Amy está bien preparada para trabajar en esta organización sin fines de lucro, facilitando una vía de escape por medio del yoga, la poesía, un programa de 12 pasos y orientación espiritual. Como miembro del personal, Amy a menudo se sienta en el pasadizo fuera del salón de yoga o de la reunión de 12 pasos para simplemente escuchar a la gente que está muy agitada para continuar con el grupo y necesita ser escuchada.

«Amy oye atentamente con respeto y aprecio mutuo», dice la directora de Healing WELL, Kathy Curran. «Su habilidad más fuerte es establecer relaciones personales. Disfruta de escuchar y hablar con las personas—y las personas la intuyen. También se siente bien al pasar tiempo juntas o en silencio. Su presencia gentil, firme y afectuosa ofrece comodidad y tranquilidad a nuestros miembros de la comunidad que es muy necesaria».

Además, ayuda a repartir los productos agrícolas a las personas necesitadas, una vez por semana. «Vamos a los hoteles y pensiones y conversamos con sus residentes. La mayoría de las personas sufren de aislamiento o soledad. Algunas de ellas no pueden salir porque el ascensor no funciona correctamente. Otras no tienen recursos para cocinar. Estas visitas a cada persona nos permiten conocer sus necesidades».

Amy organiza una lista para la celebración de Healing WELL.
Los jueves son los días de entrega de los productos agrícolas.

Indudablemente, Amy ha sido llamada a este ministerio de empatía. Se había preparado para ser ministra luterana y parte de su preparación consistió en trabajar con trabajadores inmigrantes en Yakima, Washington, y con inmigrantes deportados de Chicago.  «Hice bastante ministerios de presencia en los ómnibus de los centros de detención y con los parroquianos que eran trabajadores inmigrantes. Fue un discernimiento constante, especialmente en el seminario, discerniendo en aquella ocasión cómo Dios me llamaba a servir en el mundo y entender mi llamada al servicio».

Su cambio de luterana a católica fue motivado por los pasos graduales de discernimiento. Asistiendo a las misas cuando estaba en el seminario y durante las festividades con su padrastro católico, Amy se dio cuenta de que se sentía atraída a la presencia y reverencia por la Eucaristía y la fe católica. Después de pasar seis semanas en el Colegio Católico Mexicano Americano en San Antonio y de escuchar las historias de servicio y comunidad de las hermanas participantes, sintió que el Espíritu la llamaba a seguir una vocación religiosa. Esa experiencia encajaba con lo que el Espíritu le llamaba a hacer. Finalmente, ingreso a la Iglesia Católica y después a la vida religiosa.

Amy ingresó a la Comunidad de la Misericordia en 2018 y actualmente comparte su vida con la comunidad de las hermanas en Lugar de la Misericordia en San Francisco. Aun cuando camina por calles llenas de gente, Amy se deleita de la comunidad. «Veo a Tenderloin como un espacio de esperanza y luz. En medio de tal adversidad, la gente se preocupa por la comunidad y por el bien mutuo». Inspirada en las líneas del poema «San Francisco y el Sembrío» por Galway Kinnell, «Porque todo florece desde el interior, de la autogracia; aunque a veces es necesario, volverle a enseñar a una cosa su hermosura», ella espera crear tal espacio para alguien que reconozca su hermosura y florezca.


Créditos de las fotos: Sammy Darris