Por la Hermana Sarah Ruth Foster
Extendí mi poncho
Y llamé a mi alma a descansar
En una mirada penetrante me sostuvo
Inquieta por la extraña petición
En silencio nos mantuvimos en expectativa
De lo que ninguna conocía
Como un trabajo en progreso paciente
Antes de que su creador termine
Cuando lentamente, cautelosamente mi corazón se asentó
Y el coraje hizo presente su lugar
Las palabras manchadas de lágrimas que pronuncié
De la vergüenza transformada en gracia
Una gracia asombrosa y musical
Su melodía reconfortante y conocida
Libremente en el amor incondicional
Sabía que finalmente volvería a casa.