Por la Hermana Karen Donahue
El plástico está literalmente en todas partes. Es un componente importante de casi todo lo que encontramos en la vida diaria, incluidos ordenadores, teléfonos celulares, electrodomésticos, artículos para el hogar y embalaje, productos de cuidado personal y mucho más.
Al pasar al siguiente módulo de nuestro «Reto: Tierra y Misericordia», nos centraremos en el plástico. El uso de plástico ha surgido como una preocupación por varias razones:
- Los plásticos no se degradan fácilmente, lo cual significa que los tendremos por mucho tiempo. Se estima que una botella de agua de plástico tardará 450 años en descomponerse.
- El amplio uso de plásticos, especialmente en embalajes y para artículos destinados a un solo uso y luego desechados, significa que los vertederos se están llenando rápidamente con plástico que tardará siglos en degradarse.
- Los residuos plásticos también están llenando de desperdicios nuestros ríos, arroyos, playas e incluso los océanos, donde amenazan la vida marina. El Gran Parche de Basura del Pacífico, que fue descubierto en 1997 y se estima que es del tamaño del estado de Texas (676,000 kilómetros cuadrados), contiene una enorme cantidad de desechos plásticos.
- El plástico está estrechamente ligado a la industria de combustibles fósiles: el carbón, el petróleo y especialmente el gas natural proporcionan los bloques de construcción químicos necesarios para producir plástico. El fracking, que produce grandes cantidades de etano barato, un componente importante de muchos plásticos, ha sido un impulso importante para la industria de los plásticos.
Les invitamos a entrar a nuestro Calendario de enero sobre los plásticos, que incluye consejos diarios o inspiración para tomar medidas.
También pueden registrarse para recibir correos electrónicos semanales con información sobre varios aspectos del problema de los plásticos:
La primera semana se centrará en los orígenes del plástico, cómo se produce, sus vínculos con el fracking y el impulso para ampliar la producción de plásticos, incluida la búsqueda de nuevos mercados para el plástico de un solo uso en los países más pobres.
En la segunda semana se examinarán los problemas de contaminación que rodean la extracción de combustibles fósiles, incluido el impacto de los oleoductos, la producción de plásticos, el plástico en los ríos, océanos y otras vías fluviales y la incineración de plásticos.
La tercera semana explorará el mito del reciclaje de plástico. En 2017, China anunció que ya no aceptaría residuos sólidos, gran parte de los cuales eran materiales destinados al reciclaje. Esta medida por parte de China ha frenado los esfuerzos de reciclaje a nivel mundial.
En la cuarta semana se examinarán soluciones, incluidos programas de cero desechos, prohibiciones de los plásticos de un solo uso, productos biodegradables que sean verdaderamente biodegradables, responsabilizar a los fabricantes de plásticos de la eliminación posterior al consumo, envases reutilizables, sistemas de producción localizados y el fin de los subsidios a los combustibles fósiles.
Al final del mes, pediremos un compromiso para hacer cambios en el estilo de vida personal, así como para abogar por políticas con el propósito de reducir el uso y el desperdicio de plástico.