Por la Hermana Katherine Hill
Los Asuntos Críticos nos llaman a actuar en armonía con toda la Creación y la cría de abejas es un modo de hacer eso, para participar activamente en la sanación de nuestra Tierra. La líder de pensamiento visionario Jan Phillips dice «Sanar al mundo es sanarnos a nosotros mismos, completa e integralmente»
En un esfuerzo por participar en la labor de nuestra Tierra para sanarse a sí misma, quería hacer algo que fomentara esa sanación. Pensé en la posibilidad de la cría de abejas (apicultura) en mi patio como un medio para ayudar a las abejas y para estar en armonía con la Creación. Me uní a la Asociación de Apicultores de Michigan en 2016.
Asistí a un taller de un día de duración en el verano de 2017. Posteriormente, invité a los presentadores a nuestro complejo de la Misericordia para que hablaran con las hermanas sobre las abejas. El presentador incorporó la misión de las Hermanas de la Misericordia. Habló sobre «la vida de las abejas» y la importancia de la supervivencia de las abejas como polinizadoras.
Después de su presentación, visitaron a las hermanas y compartieron miel del área metropolitana de Detroit. La profesora, Joan Mandell y el profesor Rich Wieske, son de una compañía llamada Green Toe Gardens. Durante varios años han sido fundamentales para apoyar a nuevos apicultores en la ciudad y en los suburbios.
Recibí un correo electrónico de Joan de Green Toe Gardens invitándome a inscribirme en una clase patrocinada por la Universidad Estatal de Michigan en enero de 2019. Ella me envió el enlace a la página web y la información estaba allí. Era una clase para principiantes. Yo estaría con 45 nuevos apicultores todos haciendo lo mismo, tratando de establecer una colmena en sus patios. Sentí como si era algo fortuito.
Hay gracia en prestar atención y sólo moverse un paso a la vez. Sabía que Dios me estaba guiando. Me inscribí en la clase y compré el libro de apicultura. Encontré un sitio web donde podía conseguir materiales para la apicultura. Me sentí más relajada sobre el proceso porque estaría en una clase con otros principiantes en apicultura.
He aprendido que las abejas «leen» las feromonas, las nuestras, así como las de los miembros de la colmena. En la práctica de la apicultura, uno debe disminuir la velocidad y estar en el momento presente, dejar el miedo, la impaciencia, la agitación y la ira para poder entrar al espacio apícola de manera segura.
El arte, en el trabajo de la apicultura, encaja sin esfuerzo en la práctica de la dirección espiritual. Exige que esté tranquila y que recuerde dirigir mi atención e intención en beneficio del que me precede. Me recuerda que hay que dejar que el orador empiece con su historia. Refuerza en mi mente la importancia de proporcionar un espacio libre de juicios cuando se escucha a los demás en el contexto de la dirección. Al igual que las abejas, los humanos podemos sentir cuando nos escuchan.
La apicultura está alineada con nuestro compromiso de vivir en armonía con la Tierra y de hacer todo lo posible para minimizar nuestra huella de carbono. Las abejas son esenciales para la producción de alimentos y para proporcionar una buena salud vegetal y animal.
La práctica de la apicultura tiene el potencial de proveerme de «una puerta al silencio, donde otra voz puede hablar». (Mary Oliver)
Hermana Katherine está muy agradecida de ser parte de una comunidad más amplia de apicultores y amantes de abejas en la familia de la Misericordia que incluye a la asociada Danielle Daguio del Cuerpo de Voluntarios de la Misericordia y su esposo Robert Orler; Andrea Vettori, una Compañera de la Misericordia en Filadelfia, Pennsylvania; el personal de mantenimiento y terrenos del campo en Farmington Hills, Michigan (Greg Bloch, Mike Burrell, Alan Kukurka, Ron Sill y Don Tack); Hermanas Donna Deedler y Helen Marie Burns; las Hermanas en el Centro de Vida McAuley en Farmington Hills, Michigan; y la Granja de la Misericordia y Centro de Eco-espiritualidad en Benson, Vermont.