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El acto amable de la Hermana de la Misericordia llegó a innumerables vidas

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Por Gary Loncki

Un acto amable de la Hermana María Caritas Quinn, en Búfalo, hace unas seis décadas, cambió la vida de Mary Jane MacKinnon McCool, y la mujer de Bridgewater, Massachusetts, quiere que el mundo lo sepa.

Mary Jane, una trabajadora social jubilada que era alumna avanzada en la Academia Mount Mercy en 1960, narró su historia por correo electrónico a la Radio WBUR, una estación de National Public Radio, invitando a radioescuchas a participar en su proyecto Mundo Amable donde se comparten historias de bondad. Su historia fue publicada en el primer número de un boletín electrónico titulado «Paquete de amor: Tu dosis semanal de Buenas Noticias desde el mundo amable de WBUR».

Mary Jane escribió:

«Hace cincuentaiocho años, fui estudiante de una escuela secundaria católica, de una familia de la clase trabajadora sin mucho dinero. Fui una buena estudiante que esperaba ir a la universidad, pero sin planes firmes para hacerlo. Sentada en el salón de mi clase, una mañana del verano de 1960, dieron el aviso de que cada estudiante que hacía el examen para las becas de regentes en el Estado de Nueva York tenía que reportarse en la sala del examen. Como no me levanté para dejar el salón, la Hermana María Caritas se dio cuenta y se acercó silenciosamente mientras las demás dejaban el salón.»


«(Ella dijo): “Mary Jane, ¿por qué no estás haciendo el examen para la beca?”. “Hermana”, le respondí, “no lo puedo tomar porque no tuve un dólar para registrarme.»

«Metió su mano hasta el fondo del bolsillo de su hábito y sacó un dólar: “Rápido”, dijo, “y diles que quieres hacer un registro de última hora”. Me escabullí, con algo de vergüenza, pero muy agradecida.»

«Sí, gané una beca, casi la beca total, suficiente para asistir a la universidad de mi elección. Llegué a ser trabajadora social y pasé mi carrera trabajando con niños en un sistema escolar urbanizado.’»

«Me gusta pensar que di de vuelta la bondad de la Hermana Caritas transmitiendo ese espíritu de cuidado y sentido práctico a cientos, quizá a miles de niños a través de los años. Muchos años después, escribí una carta de agradecimiento a la Hermana Caritas pero dudo que perciba el gran don que me otorgó en ese momento. Me cuidó en un momento cuando ni siquiera yo me cuidaba, y su pequeña intervención cambió mi vida».

Mary Jane Mackinnon

A la Hermana Caritas, cuando se le dice de la presentación de WBUR, recuerda el incidente y a Mary Jane como una «muy buena estudiante». Se dio cuenta de que estaba «profundamente conmovida» al recordarlo.

«No puedo expresar solo con palabras lo que esto significa para mí; ha sido mi mejor regalo de Navidad», dijo Caritas. «Escuchar en este momento cómo la vida de Mary Jane es una vida de bondad y generosidad hacia los demás es un don. Estoy muy agradecida de haber participado al menos un poco en su vida. Enseñé religión a estudiantes de grado avanzado y lo que más quería que aprendieran mis estudiantes era que “al dar, recibimos”».

Mary Jane continuó estudiando para obtener un título de licenciatura en Sociología de la Universidad D’Youville en Búfalo, en 1965 y, seis años después, una maestría en consultoría psicológica en la Universidad de Boston.

Utilizó sus habilidades para ayudar a la juventud en la ciudad de Nueva York, de Boston y Brocton, Massachusetts, antes de que ella y su esposo de 48 años, Joe, se fueran a Bridgewater. Hoy tienen dos hijos mayores, Jason y Dan.

Miembro de la clase del 61 de Mercy Mount Academy, Mary Jane tiene buenos recuerdos de todas las Hermanas de la Misericordia que la ayudaron a forjar su vida.

«No puedo expresar del todo cómo la bondad de la Hermana Caritas nos cambió. Pero en una era donde había normas estrictas y represión, encontramos alegría, felicidad y bondad en las Hermanas de la Misericordia. Sé que en muchas ocasiones nos reuníamos alrededor de la Hermana Caritas, nada más para absorber esa personalidad tan amorosa, quizá inconscientemente decidiendo imitar sus caminos, y teniendo la disposición para hacerlo», dijo.

Caritas añadió: «Dar sin esperar nada a cambio nos abre a las necesidades de los demás. Hoy siento que me han regalado algo muy especial».